Lo que está ocurriendo en este
país nuestro es un claro ejemplo de que el poder real es el poder económico.
Los hechos que estamos observando son un excelente material para quienes
quieran hacer un estudio concienzudo o una tesis que intente descubrir los
entresijos del sistema en el que los políticos son una herramienta más para
mantener los privilegios de los que más tienen. No sólo es el pueblo llano el
que cree que el poder principal emana de la política, sino que, por ignorancia
o interés personal, son los analistas y los estudiosos los que potencian esa
creencia.
Hasta ahora las cosas habían
funcionado sin sobresaltos en esa relación poder real-poder político. La
táctica de la alternancia bipartidista,
estaba amparada por una Constitución elaborada ad hoc. El PSOE fue el partido elegido por el establishment para mantener la estabilidad política que se
necesitaba, en una fase de expansión económica, reconversión industrial
incluida. Luego se estableció la regla de los “ocho años” (dos legislaturas)
para alternarse PP y PSOE. Por eso, los del PP estaban tranquilos, ahora, a
pesar de todas las tropelías que han ido acumulando a lo largo de estos últimos
cuatro años. Pero la cosa se ha truncado, lo que, necesariamente, obliga a buscar
nuevas fórmulas diseñadas por los magnates, y los políticos como comparsa.
Hemos observado, este tiempo
atrás, hechos tales como las declaraciones de expresidentes, las reuniones de
viejos socialistas, o cómo los dirigentes autonómicos del PSOE ponían el pie en
el cuello de su jefe, pero todo esto forma parte de la misma comedia Es el
preámbulo de la componenda que envuelve a todo este conjunto de
acontecimientos, encaminados a que todo siga igual.
¡Cómo nos manipulan¡ ¡cómo nos
engañan! El día 10 de enero escribía un artículo que titulaba: “¿Momentos de
incertidumbre?”, y colocaba el título entre signos de interrogación. Después de
un análisis de la situación, acababa diciendo: “Pero todo está en el aire, la
incertidumbre está presente como en tantos otros momentos de nuestra historia.
¿O, tal vez, pequemos de ingenuidad, y todo esté organizado y bien organizado?”.
Pues bien, por fin me doy cuenta de que todo estaba, está, organizado y bien
organizado. A pesar de todo, nos siguen vacilando, o sea, se están quedando con
nosotros descaradamente. Una nueva sesión de este circo la encarnan las
“negociaciones”, la palabrería, la ambigüedad, la demagogia. Los medios de
comunicación en su salsa: entrevistas, tertulias, etc., tanto de día como de
noche. Claro, ese “fervor profesional” les ciega, y no se dan cuenta de que
estamos hartos: saturados. Algo tiene de bueno.
Pero, ¿qué es lo que se puede
negociar?, ¿qué es un pacto? Todo esto es un discurso hueco, porque lo único
eficaz que cabe en política son las alianzas de clase para cambiar la
correlación de fuerzas y el actual modelo. Aquí y ahora el empeño de unos y
otros es la exclusión de Podemos, sea como sea. Excluir a Podemos porque
sospechan que es la única formación que puede romper con el “orden
establecido”, que niegan la política como herramienta del sistema y este tipo
de democracia como estrategia para mantener el poder de los ricos.
Después de tenernos entretenidos
más de dos meses, ya se ve por dónde van los tiros, aunque el baile seguirá
durante unos cuantos días más, o unos cuantos meses. Este es el juego. El PP,
con Rajoy a la cabeza, sabe que no pueden gobernar ellos solos y que no son
capaces de encontrar apoyo en todo el arco parlamentario, por lo que Rajoy no
asumió el nombramiento para ser investido. En una segunda ronda, no tuvo que
rechazar de nuevo la propuesta, porque unas horas antes Sánchez ya había
aceptado ser candidato. El del PP ya lo sabía. Todo organizado. Luego nos ha tocado asistir a una nueva farsa en la
que Sánchez se ha entrevistado con los demás grupos. Algunas personas de buena
fe “soñaban” con la posibilidad de una formación de izquierdas junto a Podemos
e IU con el apoyo de algún otro grupo nacionalista. Pero no pequemos por más
tiempo de ingenuidad. La seguridad y el entusiasmo que mostró el socialista al
salir de la Zarzuela denotaban que la cosa ya estaba encauzada. Cualquier
chapuza para que todo siga igual, excluyendo a Podemos de cualquier acuerdo.
Descartadas todas las propuestas
de gobierno llevadas a cabo por Podemos, el PSOE se descuelga con un “pacto”
con Ciudadanos. Una faena de aliño porque ni ellos mismos se ponen de acuerdo
en lo que han pactado. Un montaje espectacular, un acto solemne como si eso
fuera el remedio a todos los males. ¿Saben, o ignoran, que eso será
insuficiente para alcanzar la investidura? Lo saben, pero lo que pretenden es
forzar a Podemos para que se abstenga mediante un juego tan sucio, pero tan
burdo, como proclamar a viento y marea que estos se alinearán con el PP en el
voto negativo al candidato. Vamos, como que ambas formaciones son la misma
cosa. Espero que Podemos no sea persuadido por este vil chantaje. La estupidez
se instala a pie de calle, y sería estúpido que la sociedad civil cayera en
esta vulgar trampa. Como dice un viejo comunista, Podemos ha dado una patada al
avispero, y ha roto las reglas del juego. Su principal tarea es la de seguir en
la misma línea e ir acumulando adhesiones, es decir, establecer alianzas con
quienes quieren otro modelo de vida más justo, más racional y más humano.
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