martes, 6 de diciembre de 2022

DEMOCRACIA

Desde la ingenuidad, en mayo de 2011, distinguía entre democracia representativa y democracia participativa, apostando por esta última, en la creencia de que militando en posiciones políticas de progreso podríamos lograr un mundo mejor. Creía en la ley del trinquete de I. Wallerstein. No sé si estaba entonces plenamente convencido de que ese  proceso de avance de progreso sería superior al posible retroceso, pero hoy no lo pienso.

La democracia, esta democracia, es una estrategia que se ha convertido ahora en el parapeto político de un sistema injusto tras el cual toda actuación se legitima por el mero hecho de estar encuadrado en lo que no es otra cosa que una mera fachada para mantener la mansedumbre de las masas y para contener cualquier intento de rebeldía. De esta forma hemos llegado a donde estamos. Este es un sistema al que le va mejor un gobierno conservador, reaccionario, es decir, que no crea en la democracia. Pero que admite gobiernos que aprueben medidas que favorezcan, con moderación, a los de abajo, como es el caso en el que estamos ahora, pero que deje indemne el sistema de desigualdad.

Cuando, en este país, se dan situaciones políticas como la actual aparece, entre sus pobladores, ese pesimismo generalizado de que esto durará poco y pronto gobernará lo que llamamos derecha de forma estable. Además, la oligarquía busca formas más reaccionarias que refuercen a esa derecha con aparente imagen moderada. De esta manera crearon esa formación que llamaron Ciudadanos, pero ante el fracaso, han recurrido directamente a reforzar al fascismo que en España se materializa en Vox, aunque no permitirán que sea más que un apoyo al PP, ya que un gobierno abiertamente fascista podría generar un revuelo que fuera más allá de un simple apoyo a la conocida izquierda moderada.

 En ese juego verbal de izquierda-derecha, hay que decir que los partidos que se sitúan en esa banda de progresía moderada sí que respetan las reglas democráticas, porque sus militantes y votantes creen en la democracia, aunque deberían ser conscientes, sobre todo los votantes, que jamás se logrará una verdadera sociedad democrática manteniendo las estructuras actuales. Así, cuando gobierna el sector reaccionario, se respetan las reglas del juego y se hace una oposición constructiva. Sin embargo, cuando son los grupos más progresistas los que gobiernan no ocurre lo mismo. La oposición actual, el PP, se convierte en un arma destructiva cuya única misión es eliminar al Gobierno para ocuparlo ellos, en la firme convicción de que es a ellos a los que les corresponde ocupar el poder político. Esta creencia es compartida con la Iglesia, la Policía, el Ejercito, el aparato judicial y ,por supuesto, la oligarquía.

El actual Gobierno se queja de que no negocian (el PP) en casos tan sangrantes como la renovación del CGPJ. El problema fundamental es que no saben, porque ni tan siquiera admiten la actual forma de alternancia. Pero lo más indignante, desde la óptica del progreso, es que existe un importante número de individuos que les apoyan, lo que nos genera una tremenda tristeza, que nos arrastra a la desesperación y, admitida la negación de la ley del trinquete, nos aleja de un camino de progreso en forma de alternativas cada vez más encaminadas a la igualdad. Y esto es lo que hay.

Nota. Aunque pudiera parecerlo no son los acontecimientos que se celebran en estas fechas de aniversario las que me llevan a escribir este breve relato (que, por su naturaleza, podría ser mucho más extenso), sino las razones por las cuales el PP mantiene esta posición destructora en la oposición.

 


viernes, 11 de noviembre de 2022

SE ME DERRUMBARON LOS MITOS

 

“Gentes, con aparentes formas de progresía, no deberían confundirnos porque intentan dar una imagen de izquierdas, pero sus comportamientos son semejantes a los de los ricos sin aparentes diferencias”.

http://ajgilpadilla.blogspot.com/2022/09/la-etica-y-la-moral-extraido-de-un.html

El 15 de septiembre escribí este artículo en mi Blog. Un amigo, de estos del alma, resaltó ese párrafo. Ahora, en este mes de noviembre, vuelvo a esa idea porque he escuchado algún comentario sobre “ilustres” con ese perfil, elogiándolos, y esto hace que me reafirme sobre lo que dije al encontrar nuevos argumentos que refuerzan el contenido de esa expresión.

Eso de la izquierda o la derecha son etiquetas de contenido vano, señales que se colocan como un pin, sin reflexión y sin conjugar esa apariencia con los comportamientos de cada cual.

Una sociedad ignorante es un buen caldo de cultivo para crear becerros de oro nacientes del mundo de la información, del deporte y la farándula. Ídolos formados a base de mensajes y masajes a los que se les añaden méritos inmerecidos. Ídolos a los que se les derrumba el pedestal en el momento que arañas un poco ese pie de barro y comparas esa apariencia pseudo progre con sus comportamientos y modo de vida.

En la lógica más elemental es conveniente analizar la coherencia entre las ideas y los comportamientos y los sentimientos. Claro que para ello es necesario tener ideario propio.

Al margen de las filiaciones o simpatías con unos u otros grupos políticos están los sentimientos y la coherencia vital con una u otra tendencia: capitalismo o comunismo, y siento ser en esto digital, pero no veo posiciones intermedias.

Comunismo Es una concepción de la vida que anida, exclusivamente, en el deseo, en el ideario y en el imaginario de los que componen un determinado sector social, pero merece la pena seguir avanzando en la idea para que algún día  pueda convertirse en realidad. Ensayo prematuro en la Unión Soviética.

Capitalismo Asociado a Plusvalía, acumulación y desigualdad. Capital es la cantidad de fuerza de trabajo de la que se apropia el patrono. Acumulación dineraria virtual, fruto de la especulación (lo que se conoce como economía financiera).

 El hecho de vivir en un sistema socioeconómico de corte capitalista condiciona los deseos y comportamientos de los individuos que habitan estas sociedades. La legislación habitual es una cobertura protectora de esos comportamientos y son considerados como algo normal, aunque potencien la desigualdad. Así, ese afán de acumulación fuerza a los individuos hasta el estrés. De esta forma, si la capacidad económica real o potencial lo permite se compra uno una vivienda, o varias, ajenas a la vivienda habitual, y se alquila a otros carentes de vivienda propia. Se establece, así, una manera de obtención de ingresos a costa de otros. Es lo que se llama vivir de las rentas, la forma más miserable de pervivir. El sistema lo admite y lo potencia, y el pueblo llano lo ve con absoluta normalidad.

 Luego, como decimos al comienzo, está eso de los famosos que se granjean esa fama de izquierdistas. En lo concreto, alguien me citaba, el otro día, a J. Sacristán, J. M. Serrat, I. Gabilondo, etc., como personas con ese perfil. Un perfil creado artificialmente, sin una base ideológica sólida, sin una práctica política conocida. Individuos enriquecidos, con un copioso patrimonio y con un deseo de acumulación tan enfermizo como el de los más fieles explotadores. Si no fuera así como se explicaría esas giras de actuaciones a una edad avanzada cuando ya se han perdido sus facultades cantoras y de otro tipo. El pueblo les admira, desea estar junto a ellos y les mantiene en ese pedestal de la ignorancia. Sólo a algunos se nos derrumbaron esos mitos de épocas anteriores. A esos algunos nos queda la dignidad de gentes como Paco Ibáñez, Javier Krahe, etc. Pero esto no se circunscribe al mundo de la música, se extiende al terreno del cine, del teatro, del deporte y de la información.

 

 

jueves, 15 de septiembre de 2022

LA ÉTICA Y LA MORAL Extraído de un escrito más amplio relativo a los comportamientos

 En esto de los comportamientos, aunque sea para negarlo, es imprescindible hablar de ética o moral, por eso estos términos aparecen de forma repetida en el conjunto de ese escrito. Es necesario llevar a cabo un desarrollo, de manera que cuando lo mencionemos lo hagamos con precisión, alejados de la ambigüedad.

Ya hemos tratado la ambigüedad en otro apartado. Esto de la ética y la moral se encuentra en ese marco de lo ambiguo.

Esos términos, con esa característica de imprecisión, se viene tratando en el ámbito educativo, e, incluso, con cierta asiduidad, en el lenguaje vulgar, aunque no se sepa muy bien lo que se quiera decir. En los textos de filosofía de la enseñanza secundaria, en mis tiempos, aparecía un bloque con ese título: Ética y Moral, basado en los textos de los clásicos griegos. Supongo que la tarea del alumnado era simplemente aprendérselo de memoria, pero sin que aquello influyera, en lo más mínimo, en las conductas de cada cual.

La mayoría de las definiciones encontradas en “la enciclopedia Google”, incluida las de la RAE, no distinguen una cosa de la otra. Buscamos Ética y nos dicen: “Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”. Luego buscamos Moral: “Disciplina filosófica que estudia el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal”.

De todo lo visto podemos deducir del tratamiento que se le da allí donde se menciona, que tanto la ética como la moral, sin que podamos distinguirlo, tienen que ver con el bien y el mal, y con los comportamientos. Pero no se aclara que se considera el bien o el mal, ni, sobre todo, los valores y contravalores que determinan una cosa u otra.  Pero lo más importante es que  lo que no se hace en su tratamiento es vincular los comportamientos al modelo socioeconómico vigente en cada momento.

En la literatura ad hoc, tampoco se aclara con precisión que es eso de ética o moral. A lo más que se llega es a citar los términos en el texto. “Es éticamente reprobable”, “su comportamiento ético…”, etc.

 Las religiones cristianas establecen unas normas en forma de mandamientos y dogmas que aunque obligan a los creyentes han marcado ciertas pautas que alcanzan a la mayoría de la población de occidente. Por otra parte, en 1948 se redactó La Declaración universal de los DDHH, pero su aplicación se reduce a su lectura, de vez en cuando.

Porque todo ello se encuadra en un sistema capitalista, ya que en otro diferente las acciones que se llevan a cabo contra la igualdad y la justicia serían comportamientos delictivos. Porque la explotación, el vivir del trabajo de otros, vivir de las rentas, la acumulación, la manipulación, la mentira, etc. deberían ser delitos, desde la óptica de lo humano.

El poder en un sistema injusto, desde la óptica de la desigualdad, imponen el ideario a una población débil, incapaz de elaborar el suyo propio.

En consecuencia, ética y moral se limitan a ser una disciplina académica poco relevante. Por lo que es preferible hablar de comportamientos en una sociedad, en su mayoría, dirigida por el poder dominante. En una minoría de oposición al sistema se entremezclan comportamientos variopintos sin que exista unas reglas que unifiquen mínimamente dichos comportamientos. Las ideologías se han difuminado hasta su total desaparición, por lo que hay que conformarse con el ideario de cada cual. El materialismo histórico, como base ideológica, ha desaparecido de los partidos políticos denominados, en otros tiempos, de izquierda.

 Por lo tanto, olvidémonos de la ética y de la moral y conformémonos con tratar los comportamientos cívicos de cada cual. Las religiones, en estos lares, cada vez tienen menos influencia en generaciones jóvenes, si bien es cierto que ha dejado importantes secuelas en los que ahora ya somos viejos, aunque la tecnología está contrarrestando ciertos hábitos y costumbres de carácter religioso.

Como digo, en unas sociedades mansas se habla y se actúa tal como quieren quienes las dirigen. En esa minoría que se escapa, y que me atrevo a calificar de pensante, no hay unanimidad en sus comportamientos. La vida en sociedades como la nuestra la convivencia es tan compleja que da lugar a comportamientos que, aunque con similares intenciones, son diferentes. Lo que ha desaparecido, en todos los ámbitos, es la protesta, la subversión y, no digamos, las acciones revolucionarias. Gentes con aparentes formas de progresismo no deberían confundirnos, porque intenta dar una imagen de personas de izquierdas, pero sus comportamientos son semejantes a los de los ricos sin aparente diferencia. El deseo de acumulación está tan generalizado que ha pasado a la categoría de normal.

Las ONG y esas fundaciones “filantrópicas”, en el marco de los comportamientos, son simplemente negocios más o menos sucios que sirven al sistema como válvulas de escape para tranquilizar conciencias imprecisas y confusas. 

Nota. Mi posición personal, según la concepción ética, consiste en que mis comportamientos se soportan sobre la razón, la igualdad y la justicia.


lunes, 1 de agosto de 2022

LOS DEPREDADORES DE LA HUMANIDAD Entre la realidad y la distopía

 

Tal vez todo sea un entramado destinado a eliminar, por cualquier modo, a los humanos, pero la cara visible son los esbirros de los medios de comunicación, algunos muestran sus rostros, otros utilizan la pluma o la voz. En esta tarea depredadora hay que añadir a los tertulianos y todos los programas basura de los canales de ámbito estatal. Decimos depredadores porque la destrucción comienza con anular la mente y, una vez conseguido, es posible, incluso, la autodestrucción.

Alguien me dijo una vez que había oído que en este planeta sobrábamos unos mil quinientos millones de personas. Por el contrario, hubo una época en la que el desarrollo industrial, en la zona más industrializada, estaba necesitado de mano de obra, tratada como una mercancía más. La tecnología ha sustituido la mano de obra por medios automáticos o informáticos. Los habitantes de lo que se conoce como países desarrollados solo les servimos al sistema para consumir, pero a pesar de ello debemos sobrar, y, en esa contradicción, se inclinan por reducir la plantilla. Si no fuera así, no entenderíamos la tortura a la que nos someten de forma continua, a través de los medios.

 Los grandes centros de poder deciden, de forma unilateral, cuándo estamos en crisis y cuando no. Las crisis se declaran cuando los beneficios no son crecientes, cuando la acumulación se estanca, respondiendo, así, a la más pura regla del capitalismo.

 Una panda de “informadores”, con escasa materia gris, repartidos por los diferentes medios de comunicación, son la mano tonta  de esa tarea de eliminar, por la vía del desgaste físico (hambre) o psicológico (tortura, idiotez extrema) a los seres de la Tierra, al menos en países como este. Tal vez ni ellos mismos lo sepan, son meros instrumentos elegidos, pero así es. Ellos son el preámbulo de lo que será la manipulación cibernética a través de máquinas. Desde luego, ya han conseguido atontar a más de media humanidad, y anular la poca o mucha conciencia del propio ser de los individuos. Los más concienciados también caerán. Estos ya no ven ni oyen los informativos, pero el mero hecho de saber que existe tal situación los llevará al abismo. Tal vez sean los primeros en desaparecer por desesperación.

Estos “comunicadores” utilizan, sin que ellos lo sepan, la técnica que los psicólogos llaman la profecía autocumplida, lo que en palabras llanas podría ser eso de “piensa mal y acertarás”, es decir, nos anuncian, de antemano, los futuros desastres, y el pueblo llano se los toma al pie de la letra: nos dicen, ahora, en verano, que el otoño será horroroso que habrá una nueva crisis. Y poco a poco van introduciendo cambios a peor que van minando a las clases con mayores problemas, a los más débiles. Lo que pasa es que la marea se extiende y cada vez se ven involucrados sectores más pudientes. Esto nos recuerda aquello que se le atribuye a Bertolt Brecht, aunque ahora se dice que es de otro: primero vinieron a por los comunistas, pero yo no era comunista…

Son los portavoces del desastre y profetas del caos. Contabilizadas!!!, son, a veces, hasta siete noticias seguidas de calamidades las de los informativos televisivos, con sus imágenes de fuego, de inundaciones, de altas temperaturas con unos mapas con colores agresivos que te acojonan. Luego viene la amenaza: mañana será peor. Te lo dicen como haciéndote a ti responsable, como si un humilde ciudadano pudiera remediarlo.

Según estos genios de la información, este verano, aquí en este país, y por extensión, en el mundo entero, este año es el más caluroso de la historia, por lo que estamos abocados al desastre final, porque el cambio climático es el vehículo que nos lleva a ese ocaso. Tal vez por confirmar esos tristes destinos de la humanidad, o por acabar con ella a base de disgustos, niegan cualquier información que diga que en tiempos pasados también los veranos eran calurosos. Es más, hacen del cambio climático la bandera del progresismo y su negación lo ubican en la extrema derecha. Pero nada más lejos de la realidad. Hay una crítica desde las posiciones más progresistas que piden explicaciones de lo que se ha convertido en un cajón de sastre en el que todo cabe. Cualquier acción que los humanos de a pie lleven a cabo dicen que perjudica el medio, y le hacen responsable  de potenciar el cambio climático. Pero en el fondo, los individuos son meros consumidores, imbuidos por la propaganda, que compran coches contaminantes, consumen energía eléctrica, gas y gas-oíl para tener una vida algo más confortable. Son las grandes corporaciones y las productoras de combustibles fósiles las que incitan al consumo, y, en consecuencia, los responsables de ese cambio climático, que, en el fondo, no sabemos, de una manera científica, en qué consiste. Por cierto, es la extrema derecha la que está detrás de los más poderosos. Tal vez esta sea la razón por lo que niegan ese cambio, o lo que sea.

 La audiencia de estos depredadores de la especie se limita a un sector ya un tanto envejecido, del cual algunos nos escapamos. Para la niñez y la juventud tienen otros instrumentos anulatorios de su propio ser. La electrónica, junto a la informática, han cogido un camino que les anula el pensamiento a través de esos sofisticados dispositivos que se multiplican y perfeccionan día a día.

 Las noticias amenazantes las sueltan sin ningún tipo de reflexión, e incluso como presumiendo de darla. En aras de esa profecía autocumplida, intentan crear situaciones horribles que tendrán lugar, aunque sin el apoyo técnico adecuado. Hoy me dicen que un diario, de tantos de los que circulan, anuncia  una “Filomena” de verano, lo que supongo que quieren decir, que es una ola de calor, pero como con el caso de la Filomena real nos castigan de forma extensa e intensa, se trata de meter el miedo en el cuerpo. Lo peor es que el pueblo llano se identifica con la noticia y se convierte en amplificador para propagarlo. Aparece la dimensión agorera de este ser nuestro, un sentimiento que se pone siempre en lo peor.

En el desmadre de la manipulación, haciendo zapping, pillé el final de un programa en el que el presentador, un imbécil convertido en filósofo, intentaba auto justificar su mísera existencia insultando a toda la humanidad diciendo que todos somos una piltrafa cargados de todos los defectos que no caben en el diccionario del insulto. Un miserable con suerte que el sistema ha hecho rico a base de embrutecer y enajenar a una masa perdida para una causa de mejora de la razón. Un ignorante que tira por tierra la lucha, el sufrimiento, el esfuerza e. incluso, la pérdida de la vida de muchos por la igualdad, la verdadera libertad y la justicia.

Estos son los estómagos agradecidos que ha elegido el sistema para deshumanizar, maltratar e, incluso, destruir a unas sociedades ya de por si castigadas durante décadas. Serán ellos los primeros en sucumbir. Por dinero han perdido lo poco que les quedaba de esa condición de la que erróneamente presumimos. Por eso, no son el espejo en el que mirarnos, porque ya no existen, son la basura que terminará en el vertedero más putrefacto de la historia.

viernes, 17 de junio de 2022

TODOS CONTRA PEDRO

Previo: Nunca he votado a Pedro Sánchez. Nunca he votado al PSOE. Pero no se confundan, “señoras señores”, mi voto siempre ha ido a la izquierda, más izquierda. Los medios de comunicación, en esa tarea alienante, han conseguido hacer bueno al tal González de los 80. Nada les importa que ahora sea uno de los políticos más ricos de este país. A los moderados de la derecha, comparando a Sánchez con sus antecesores, se les oye decir algo así como: “Felipe era otra cosa”. Y tanto, este era un agente de la oligarquía. Pactos ocultos que nunca conoceremos, pero que intuimos.

 No sólo están contra Pedro Sánchez, en general, están contra todo el Gobierno, llamado de Coalición. Consciente o inconscientemente no soportan que haya cuatro ministros comunistas en el Gobierno, algo inédito en la historia de España. Tal vez no sea capaz de resumir todos los eventos en los que se ha desarrollado la labor de este Gobierno: una terrible pandemia, la erupción de un volcán, la crisis de los combustibles, una oposición política destructora (destruir para luego arreglarlo, es su lema), la guerra de Ucrania, etc. Los medios de comunicación, incluso los públicos, han sido pieza clave para desacreditarles. No se ha valorado las mejoras para los sectores sociales menos favorecidos: subida del salario mínimo, actualización de pensiones conforme al IPC, menores tasas de desempleo de los últimos tiempos, reforma laboral y otras muchas ventajas de menor envergadura.

 Los medios de comunicación están siendo un instrumento básico para la crítica destructiva al Gobierno y para el avance de las posiciones más reaccionarias, ante una sociedad cada vez más ignorante. El lema de una sociedad asustada es más manipulable, lo llevan a rajatabla. Por lo general, todas las noticias suelen ser agobiantes, pero, en particular, las primeras cinco noticias de los informativos son sobre desastres. Luego continúan en esa misma línea, nada positivo, con simples gilipolleces o consultas a dos o tres ciudadanos a los que les dan los entrevistadores las respuestas. Por eso, las mentes que escapan de las garras de la manipulación y el engaño han abandonado los grandes medios en los que se incluyen aquellos que con más o menos sutileza se ponen la piel de cordero, como por ejemplo la Sexta, aunque, cada vez, engañan a menos.

 ¡Ojo¡ como he dicho, no soy sanchista, como llaman ahora a los socialistas, pero Pedro Sánchez es el más sobresaliente Presidente de Gobierno que ha pisado este país tal vez en tosa su historia. Compárese su presencia física e intelectual con el tal Rajoy, inculto e ignorante hasta las cachas, su sabiduría se limitaba a la alineación de no sé qué equipo de fútbol, ni de qué año. No hablemos del tal Aznar haciendo el ridículo en EEUU junto a un fascista como Bus, señor Ansar le llamaba. De González ya hemos hablado.

Pedro Sánchez se desenvuelve con soltura en los foros internacionales, es el único que habla inglés con soltura. Pero, además, tiene algo, un no sé qué que pone nervioso a los más reaccionarios. Y, sobre todo, da la imagen de no ser un lacayo del poder real. Ha tenido la valentía de pactar con personas de posiciones más a la izquierda que la que él representa. Evidentemente, este Gobierno no va a cambiar el sistema, pero va por el camino de dar algún paso hacia adelante para mejorar la vida de la mayoría, o por lo menos, lo intenta.

Pero no se preocupen “señoras señores” (otra vez) parece que esto va a durar poco. No es verdad la Ley del trinquete que diría E. Wallerstein, si es verdad la insoportable levedad del ser que diría Milan Kundera. Es verdad las posibilidades ulteriores inherentes al capitalismo, y la ausencia de madurez revolucionaria de las clases trabajadoras, que pensaba Trotsky. Porque esto es así, no se preocupen los fachas, ni los ignorantes que no hay mal que cien años dure. Tranquilos, en breve tendremos Gobiernos reaccionarios compartidos o controlados por fascistas que se encargarán de eliminar todas las medidas de progreso que han hecho los de ahora. A cambio, privatizarán sanidad y enseñanza, bajadas de pensiones, etc. La acción retrógrada ha comenzado por partes: Madrid, Castilla León y en breve Andalucía.

  

lunes, 13 de junio de 2022

MI VISIÓN SOBRE LA SÚBITA SUBIDA DEL COSTE DE LOS ALIMENTOS Y LOS SUMINISTROS

 

En este país, de una u otra medida en el resto de nuestro entorno, estamos asistiendo en los últimos tiempos a unas subidas incontroladas de los precios de la alimentación y de suministros tales como la energía eléctrica y los combustibles fósiles. Los Gobiernos se limitan a proporcionar unos datos, por cierto, bastante confusos. Los ciudadanos asistimos atónitos a los mercados al observar que algo que el día anterior costaba 2 euros hoy vale 4. Y esto no es exageración. Esto es real, comprobado por un servidor que asiste, con frecuencia, a esos mercados.

En este sistema, que de manera eufemística se conoce como neoliberalismo, se conservan las esencias del capitalismo más cruento: la explotación o la apropiación del trabajo de otros y la acumulación de capital. En la actualidad la explotación feroz se produce en otras latitudes diferentes a lo que se conoce como países desarrollados. A ellos, a los supuestos países “ricos”, se les reserva para el consumo. La deslocalización con salarios de miseria en países del hemisferio sur y el desarrollo tecnológico ha dado lugar a la acumulación de dinero y al consumo masivo a diferentes niveles en la clase trabajadora. Hoy día no es suficiente con la apropiación del trabajo de otros, es imprescindible el consumo de toda la sociedad, como hemos dicho, a diferentes niveles. La desigualdad es una propiedad básica en el actual sistema capitalista, de manera que, en la actualidad, ha alcanzado cotas inimaginables, tanto entre unos países y otros, como en el interior de cada estado. Al mismo ritmo avanza el desmadre y el descontrol político y social sobre las distintas capas de la sociedad con diferentes poderes adquisitivos, de manera que las alteraciones en los precios afectan de distinta manera a unos y a otros.

 Descartada la existencia de la denominada clase media, es cierto que en la clase trabajadora existen diferentes estratos con posibilidades económicas distintas. Luego están esos nuevos grupos, crecientes en cantidad y en enriquecimiento, instrumentalizados para embrutecer a las mayorías.

Esa desigualdad en la propia clase trabajadora, que no vive del trabajo de otros, más la pequeña burguesía industrial y comercial, ha dado lugar a la acumulación, excedente de los gastos propios del consumo. Dinero que por la dinámica propia del modelo es invertida en propiedades ajenas a la vivienda habitual, con lo que se convierten en rentistas, en una sociedad en la que muchos, fruto de esa desigualdad galopante, no tienen ni para la vivienda habitual. Otros, invadidos por la avaricia, entran en el juego de las entidades bancarias e invierten en productos financieros, saliendo, en ocasiones, trasquilados. Así, aparecen esos negocios piramidales como, por ejemplo, Forum filatélico, Preferentes, etc., alimentados por la torpeza y la codicia de esos pequeños ahorradores. Lo más reciente es eso de las criptomonedas, sin que sepamos en que acabará todo ese movimiento.

 A pesar de ese afán inversor, parte de esa acumulación de ciertas capas trabajadoras permanece guardada en las cuentas corrientes, aunque la baja rentabilidad de los depósitos es prácticamente nula. También influye la situación tormentosa de la economía en estos tiempos.

En esa cadena de explotación, apropiación del trabajo de otros, conversión de las mayorías en consumidoras, venta de productos fraudulentos como los señalados, etc.,   han recurrido, ahora, a la apropiación de esos recursos acumulados, inmóviles, en los bancos. Han encontrado una nueva beta. Con falsas escusas se ha iniciado una escalada desproporcionada e incierta de productos alimenticios y suministros. Algunas economías domesticas aún no se resienten, pero quienes llegan con apuros a final de mes cada vez lo tienen peor y tienen que recurrir a hacer ajustes en sus dietas. La idea es la de volver a los inicios: asignar el salario justo para la alimentación de la prole, elevando, ahora, los precios y manteniendo los salarios.

Por último, nos preguntaremos de donde arrancan estas iniciativas, las de subir los precios de esta manera. Alguna vez hemos dicho que este sistema socioeconómico es un monstruo que ha tomado vida propia, de manera que marca una conducta que impregna a todas las capas sociales. El sistema absorbe a todas las instituciones políticas y sindicales. Los que cuestionan esta desigual forma de vida son una insignificante minoría, incapaz de generar el más elemental cambio de rumbo. No obstante, estas iniciativas parten de todas o de algunas de las instituciones colocadas ad hoc: Bancos internacionales, FMI, Unión Europea, Reserva Federal, etc., etc.

El sistema está agotado, pero no hay recambio. Esta especie no da más de sí. Seguiremos navegando en este mar de profunda desigualdad en la incertidumbre y el desasosiego hasta que esto se haga del todo insostenible. Alguien dijo, y muchos hemos aceptado, que el capitalismo lleva consigo el germen de la autodestrucción.

 

martes, 31 de mayo de 2022

UNA VISIÓN DESESPERADA DE LA ACTUAL PRÁCTICA DOCENTE

 

Hace unos días, en el autobús, vi a un joven leyendo unos papeles que tenían toda la pinta de lo que se conoce como “apuntes”. Pensé: este tiene hoy un examen. La práctica habitual: el profesor o la profesora expone un asunto, los alumnos toman apuntes y, más adelante, les examinan de esa parte. Luego eso que se ha aprendido, sin una aplicación práctica, se olvida. Lo único que queda es un aprobado o un suspenso. Si el resultado es positivo el aprobado vale para toda la vida.

En un programa de TV decían algo así como “todo está en los libros”. Eso, junto a la permanente promoción de la lectura, determinan una manera de formación raquítica, aceptada por una sociedad ignorante. Una forma integrada en un sistema de carácter capitalista y coherente con la desigualdad, la explotación, la enajenación, etc.

Es desesperante, después de haberle dedicado gran parte de tu vida a la docencia y al estudio de los modelos educativos, observar con estupefacción como transcurre la vida educativa en todos los niveles, cuanto más alto peor.

 Procesos de aprendizaje basados en el desarrollo intelectual, en el razonamiento, la resolución de problemas y la creatividad son desconocidos y alejados, por lo tanto, de la práctica docente. Falta una Tecnología de la educación en una sociedad diferente.

Las habilidades del pensamiento y el conocimiento son como la trama y la urdimbre de un telar. La urdimbre es sólida y soporta a la trama que se va montando sobre la urdimbre. La trama sin la urdimbre se desmorona, se deshace. Así ocurre con los conocimientos netos, que se olvidan con rapidez, por lo que no aportan nada al desarrollo intelectual.

Así que tenemos que conformarnos con la dotación intelectual que traigamos de “serie”, con mucho cuidado de que, por unos u otros motivos, no nos la jibaricen, algo que suele pasar.

 Un modelo para un sistema, ¿es posible otro modelo en el marco de este sistema?

Hace algún tiempo, bastante, tenía dudas sobre la posibilidad de coexistencia de un nuevo modelo educativo, que mejorara la actual situación, con el vigente sistema socioeconómico. Adelanto que después de un periodo de observación, de reflexión y de análisis esas dudas se han disipado por completo. En el marco de ese mar de dudas, comprobaba, y sigo comprobando ahora, que son evidentes las grandes contradicciones entre la actual forma de enseñanza y lo que el sistema solicita de la sociedad: “(…) el encorsetamiento del actual modelo no puede resistir por mucho más tiempo. La necesidad de formar a los ciudadanos para que intervengan en un mundo cada vez más complejo y sofisticado en cuanto a la producción, al consumo y a la interrelación social, la falta de interés del alumnado en un medio que cada vez les resulta más distante y extraño respecto del resto de sus actividades, el creciente desencanto y desmotivación del profesorado y el desencuentro entre las familias de los alumnos y los docentes ponen en evidencia las contradicciones del sistema. Por lo tanto, con la anuencia del actual sistema o en confrontación con él, será imprescindible, mejor antes que después, abordar nuevas formas y nuevas prácticas que permitan un mejor y más completo desarrollo intelectual. (…)”. En consecuencia, mi pronóstico se basaba en que la mejora de la práctica educativa se produciría por efecto de esas contradicciones, independientemente de otros factores: (…) “el cambio que se requiere solo podrá sobrevenir como consecuencia de las contradicciones que se generan en el propio sistema (…). Sabiendo que: (…) en la actualidad el sistema potencia un modelo de corte netamente transmisivo del saber, siendo consciente de que pierde potencial humano e intelectual en la producción (…). Ya por último, en el capítulo de las posibles soluciones apuntaba que: (…) solo caben dos soluciones frente a la situación actual de la práctica educativa: o camina a este ritmo hasta su degeneración total (lo que no sería del todo malo desde una óptica de progreso) o tiene que producirse algún cambio que permita su permanencia en el marco del actual sistema (…). He aquí mi mayor error de entonces, pensar que puede haber cambios sustanciales o transformaciones importantes en educación en el marco del actual sistema. La esperanza de un cambio provocado desde dentro del sistema vendría a ser la consecuencia de la desesperanza de un cambio global, a medio y corto plazo, del sistema socioeconómico, pensando, además, que una mejor manera de formar a hombres y mujeres pudiera ser la puerta a una nueva etapa que de manera progresiva influyera sobre las demás estructuras que mantienen con vida al sistema actual. Ahora, con algún dato más, y un mayor tiempo de reflexión, me atrevo a decir con rotundidad que no son posibles cambios aislados de cualquiera de las estructuras que sustentan al sistema, a saber: el modelo político, la función de los medios de comunicación (que hoy se emplean sólo para alienar) y el modelo educativo y cultural, así como la propia organización productiva y social. El cambio debe de ser global y simultaneo; en consecuencia, las propuestas que aquí se hagan tendrían verdadero significado y eficacia en el marco de un sistema distinto. La historia y la propia experiencia avalan lo que digo, reformas y más reformas desde las administraciones no han variado en lo más mínimo la práctica docente. Con la LOGSE, ley de 1990, se hizo un intento para cambiar, al menos, la forma de presentar los procesos de aprendizaje. Después de un cierto periodo de confusión en las aulas, las aguas volvieron a su primitivo cauce, cauce primitivo, ineficaz, anquilosado y arcaico. El profesorado se ha erigido en un “rodillo” que aplasta cualquier intento de mejora. Pero, ¿por qué ocurre esto?, ¿por qué todo este colectivo no se moviliza para adquirir una profesionalidad de la que carece?, ¿cuáles son las verdaderas razones? El profesorado, como tantos otros colectivos, como la sociedad en su conjunto, está enajenado, conducido. En el terreno laboral, sus “propios actos se convierten para él [para el(la) profesor(a)] en una fuerza extraña, situada sobre él y contra él, en vez de ser gobernada por él” (K. Marx, el Capital). Se trabaja al dictado, aplicando programas definidos por otros sin que él o ella intervengan, los órganos de control de las administraciones se encargan de presionar para que esto sea así, las editoriales hacen el resto. A ellos(as) les resulta cómodo seguir esta regla. Las consecuencias son evidentes, entran en clara contradicción, su trabajo se convierte en algo rutinario que les viene impuesto, pero esa extrañeza se les vuelve en contra generando una repulsión por el alumnado e, incluso, por la tarea en sí misma. Por otra parte, el alejamiento entre sus acciones y sus sentimientos, su energía particular y su personal aportación, provoca un evidente rechazo de una amplia mayoría de los receptores de un mensaje absurdo, frío e impersonal. Por lo tanto, un colectivo enajenado de su propia función, de su trabajo, no puede influir de manera positiva para formar a los jóvenes y niños en libertad, no propician el desarrollo intelectual al que el género humano podría tener alcance. Su función, instrumentalizada por el poder, se convierte en una tarea de represión, angustia y reproductor de la enajenación en la que ellos están embebidos. ¿Por qué otros colectivos progresan en su trabajo, adaptándose al cambio tecnológico, y adquieren o desarrollan capacidades a lo largo de su vida laboral?, ¿cómo interviene el sistema para que la práctica educativa sea como es y se mantenga? Pocas personas escapan de las condiciones alienantes que el sistema impone, tanto en el terreno laboral como en lo cotidiano. Sin embargo, existe una nota diferencial entre ciertos grupos de profesionales y los profesores, de tal manera que esos grupos, como por ejemplo los ingenieros, los abogados, los arquitectos evolucionan y adquieren verdadera profesionalidad a lo largo de su actividad laboral aunque su trabajo y su energía vital esté al servicio del poder o condicionado por el dinero. Es bien sabido que los profesionales de los niveles altos de cualificación proceden, por lo general, de las escuelas técnicas o de las facultades universitarias, es bien sabido que el paso por estos centros es un mal que irremediablemente hay que sufrir, pero que no forma en capacidades generales ni profesionales. La formación superior, como el resto de los niveles, forma parte de la absurda e ineficaz práctica educativa con el agravante de que ésta tiene una enorme influencia en las etapas más elementales. Quizás dando razones de cómo interviene el sistema en los colectivos docentes demos respuesta a las dos preguntas anteriores. Además de la enajenación general de la que escapan pocos en sociedades como la nuestra, el sistema se encarga de hacer de los docentes un colectivo inmovilista y falto de profesionalidad actuando de la siguiente forma:

• “Desregula” la tarea de enseñar permitiendo ejercer como tal y legitimando a cualquiera que haya alcanzado un determinado nivel formativo. He ahí las múltiples academias y la infinidad de “profesores particulares”.

• Las administraciones carecen de organismos que se encarguen del estudio de nuevas formas de aprendizaje. Se limitan a cambiar los programas y poco más, nunca entran en el fondo del asunto, ofreciendo nuevas formas, estrategias o nuevos modelos de aprendizaje.

• El acceso a la enseñanza pública es relativamente sencillo en todos los niveles.

• Se legitima y valora en positivo la acción transmisora del saber.

• La enseñanza es la salida laboral, casi exclusiva, de un gran número de carreras universitarias. Hay una selección natural de manera que la enseñanza es un refugio para quienes no pueden optar a otras tareas.

• Por lo general, los docentes no conocen ningún otro tipo de trabajo, pasando directamente de la universidad, donde adquieren todos los vicios que arrastrarán toda su vida laboral, al aula como profesores.

• El trabajo es individual y autónomo. No existen estructuras profesionales que permitan la organización y promoción profesional. Las únicas exigencias, tal como hemos señalado antes, son de carácter burocrático que nada tienen que ver con la labor técnica o la eficacia y aplicación en la neta tarea educativa.

Diremos, para consuelo de algunas(os) con talante más conservador, que muchos de los males que aquejan a los docentes son comunes a otros tantos colectivos integrados en las administraciones: jueces y fiscales, técnicos superiores de la administración, inspectores e interventores fiscales, etc. Merece una especial consideración lo que ellos mismos autodefinen como “clase política” en donde no existe ni la más elemental medida de la eficacia de su función. Donde lo único que se les exige es el “brazo de madera” para levantarlo a petición del jefe de grupo. En este caso, el sometimiento y la enajenación de su función vienen a ser compensadas con una vida cómoda y una situación de privilegio haciendo bueno el dicho de “dame pan y llámame tonto”.

 

Nota: Los párrafos en letra cursiva están extraídos de otros documentos anteriores de mi propia cosecha:

 

• “Un nuevo modelo educativo para la superación de un sistema socioeconómico en crisis” (enero 2008).

• “Crítica a la actual práctica docente y directrices para la elaboración de un nuevo modelo” (Cuadernos de Pedagogía, septiembre 2008)

• “Hacia una verdadera tecnología educativa como herramienta para la transformación del actual modelo” (intervención en el ciclo Complejidad y modelo pedagógico).

• “El desarrollo del proceso de aprendizaje en el aula: aplicación del diseño” (intervención en el ciclo Complejidad y modelo pedagógico).

jueves, 3 de marzo de 2022

CASADO, UNA MALA INTERPRETACIÓN Y UN MAL COMPORTAMIENTO DE LA OPOSICIÓN (Y SUS CONSECUENCIAS)

 

No tenía ni idea de lo que ocurriría a estas alturas cuando el 22 de diciembre del año pasado pensé escribir unas líneas acerca del papel de la oposición del PP al Gobierno de coalición, encabezada hasta hace unos días por Pablo Casado. No pretendía ser una crítica personal, sino analizar el papel del PP cuando no gobierna. En aquel momento no me imaginaba cómo se desencadenarían los acontecimientos ocurridos en tan breve tiempo, ni las causas por las que se han producido. Aunque, en lo que se conoce como derecha (en este país), se llevan a cabo estas prácticas de falsedad, y antidemocráticas, tanto externas como internas. "Hoy te aplaudo y mañana te crucifico".

Por otra parte, este grupo político siempre ha estado falto de personas con carisma para dirigir y, sobre todo, para llevar a cabo políticas constructivas, aunque se esté en la oposición. Casado y su equipo han entendido que ser oposición es destruir al Gobierno para ocupar ellos su lugar. Ya lo dijo anteriormente uno de los suyos. "Que caiga España que ya la levantaremos nosotros". El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, admitió por fin que dijo esta frase en mayo de 2010, cuando gobernaba el PSOE con J.L. Zapatero como Jefe de Gobierno.

El adecuado y democrático papel de la oposición sería el de apoyar al Gobierno en tareas que beneficien a la sociedad y, en la misma línea, presentar alternativas que mejoren las políticas de los que gobiernan. De esta manera, una ciudadanía madura les elegiría a ellos, pero estamos a años luz de que la política funcione de esta manera.

Casado, de cuyo perfil y de su auge y caída nos ocuparemos a continuación, quiso suplir su falta de liderazgo y su inmadurez intelectual y política con la mentira y el ataque infundado al actual Gobierno, llevando a cabo actuaciones que sus compañeros e, incluso, sus propios votantes no compartían. Muestra de ello es la perdida de apoyo electoral en las últimas encuestas, y el castigo recibido por sus propios compañeros.

 

Casado arranca con un perfil personal y académico muy débil. Es acusado de obtener títulos y certificados de forma poco ortodoxa. Estudió en una institución que goza de prestigio en Madrid (ICAI-ICADE), pero fracasó y tuvo que abandonar. Luego acudió a un centro donde obtuvo un título de una manera poco académica. Después, junto a otros elementos de su partido, es acusado de obtener un Máster sin asistir a clase y sin elaborar la documentación requerida. Está inmerso en la corrupción de los Máster de la Universidad de Móstoles. Hasta es motivo de mofa con los cursos que llevó a cabo en Aravaca, presumiendo de que eran de Harvard, por lo que se rieron de él diciendo que había estudiado en “Harvaravaca”. En fin, un perfil de mierda en un sistema educativo donde es relativamente sencillo graduarse de forma correcta.

 

La elección de Casado para presidir el partido es poco trasparente. Formó parte de una terna de la que Soraya Sáenz parecía la candidata más adecuada para esa función. Fue la más votada y tenía experiencia de gobierno. Pero la tercera en discordia, Cospedal, tal vez por rencillas internas, unió sus apoyos a los de Casado, y se convirtió en el más votado. Un chanchullo más a la que nos tienen acostumbrados.

Un perfil y un liderazgo débiles desembocan en la situación en la que se encuentran ahora. De una manera fulminante y extraña eliminan a Casado y a su persona de confianza. Digo extraña porque todo arranca cuando se investiga internamente la presunta corrupción de la lideresa de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, quien es expulsado es el Presidente Nacional. Extraña paradoja ¿? Otro chanchullo más. A esta señora se le tacha de ambiciosa y rival de Casado. ¿Es esa rivalidad la que ha generado este guirigay o es una táctica del “más allá” en la que ambos han sido utilizados? Tal vez eso nunca lo sepamos. Desde luego, lo que está claro es que Casado ha sido defenestrado, a la Presidenta de Madrid se le han apagado las aspiraciones de ir más allá y se elegirá a un señor gallego que no se sabe si va o si viene. Siempre se ha negado a ser candidato a la Presidencia y ahora parece tan decidido. Tal vez todo esto que está ocurriendo provenga de ese "más allá”.

Todo esto no es otra cosa que una argucia para recuperar votos. Teniendo en cuenta el personal con el que contamos no me extrañaría que el mero hecho de poner a un señor adusto de Galicia se recupere la pérdida de los últimos años.

 

lunes, 14 de febrero de 2022

QUE DIFÍCIL SE HACE VIVIR EN UN MUNDO ESTÚPIDO

 Estúpido es una manera frívola de definir una sociedad irracional e injusta, a la que cabría tildar con infinidad de epítetos, pero eso de estúpido es porque amplias mayorías muestran torpeza y falta de entendimiento para comprender el acontecer diario, fruto de la manipulación, la aceptación de la marcha que les marcan otros y la ausencia de subversión mínima para dar sentido a sus propias vidas. Ciertos sectores tienen que soportar una forma de vida contraria a sus deseos, ante lo que resulta imposible influir para cambiar.

Acotando el análisis a esto que llaman países desarrollados funcionamos con un conjunto de términos de contenido vacío, pero que están implantados, y asumidos por la mayoría. La degeneración es progresiva sin que seamos capaces de vislumbrar la situación del estado final.

Democracia y Libertad se han adueñado del diccionario político y del lenguaje vulgar en una situación de opresión y desigualdad creciente. Con ellos funcionamos tanto los más absorbidos por el sistema como quienes parecen, parecemos, críticos con él.

 Nos encontramos, desde un punto de vista socioeconómico, en el peor momento de los últimos 70 años, una vez superados los efectos de la última gran guerra. Los más mayores hemos vivido épocas de rebeldía, de contestación, de inquietudes, de búsqueda de alternativas. De conquistas, de mejoras de las condiciones laborales y vitales.

Pero es el fruto de un proceso durante el cual el actual sistema va ganando espacios de desigualdad mediante los instrumentos que va creando para ir embruteciendo a una especie con evidentes signos de inmadurez intelectual. De nuevo surge la duda de si este es el nivel intelectual máximo que podemos alcanzar o será necesario que surja una nueva especie.

Han conseguido que las mayorías apoyen a los que crean condiciones que van en su contra. De no ser así, ¿cómo se explica que, en Europa, por ejemplo, vayan desapareciendo las fuerzas políticas que predican un mundo mejor para los más desfavorecidos y crezcan las opciones de corte fascista?

Cada vez más, el poder impone sus normas, su ideología, y los individuos se alejan de construir su propio ideario, de pensar. Las clásicas religiones continúan teniendo una gran implantación, y lo que llaman democracia se ha convertido en una moderna religión en la que se cree sin la menor reflexión. Una democracia creada por un sistema irracional e injusto, dominado por un minoritario sector social que, algunos, llamamos clase dominante.

Como decimos en el título, qué difícil resulta sobrellevar una vida marcada por la sinrazón y la manipulación. Una actividad dirigida por unos instrumentos cada vez más potentes en los que se refugian los individuos por falta de mecanismos mentales personales para eso que hemos dicho: construir su propio ideario. Los informativos comienzan con cinco o seis noticias catastróficas. Los fuegos, las inundaciones o las sequias, últimamente un volcán, ahora, de nuevo, el virus, los afectados, el crecimiento, los ingresados, los de las UCI´s, las muertes. Todo este repertorio repetido a lo largo de todo el día, día tras día, tienen una clara influencia en los individuos. Las instrucciones se siguen al píe de la letra, hay que llevar mascarilla, pues nos las ponemos sin rechistar. El miedo se impone. El individualismo se impone a lo colectivo. Por eso, las medidas que nos imponen, en esto del virus, no se toman como una medida solidaria, sino por egoísmo.

La dificultad de asumir la marcha de estas sociedades se agudiza cuando eres experto en alguna actividad como, por ejemplo, la educación. Sufres cuando observas que la práctica educativa cumple una función opuesta a la que debiera. Los individuos tenemos una inteligencia natural que se debería ir desarrollando con la edad siempre y cuando no sea cercenada. Lo deseable sería que se pusieran los medios para un normal desarrollo a mayores capacidades, pero el modelo concreto en España carece de medios y técnicas que propicien ese adecuado desarrollo. Por el contrario, toda su práctica consiste en la estéril trasmisión de conocimientos, alejada del desarrollo de habilidades intelectuales tales como la creatividad, la resolución de problemas y el razonamiento. Por el contrario, lo habitual es llevar a cabo actividades que limitan lo que se conoce como inteligencia fluida. En las etapas más tempranas, “fríen” al alumnado a exámenes. Hace poco he leído que la abundancia de exámenes limita la capacidad creadora. Opinión que comparto.

No sólo te defrauda el hecho de que lo educativo se haga al revés, sino que te hace pensar que en otras dimensiones de la vida también se haga con arreglo a los intereses de esa clase dominante. Además de comprobar con tu propia experiencia, cómo la sanidad, la política, por ejemplo, siguen el mismo ritmo.

En los análisis críticos se considera al capitalismo con naturaleza propia como si fuera un fenómeno que domina a los individuos, cuando es la avaricia, el egoísmo, la desigualdad, el instinto animal de acumulación, en suma, la condición humana la que inventa mecanismos para enriquecerse a costa de otros. Por esa razón, es inútil combatir un sistema socioeconómico mientras permanezcan esos contravalores, esa inmadurez intelectual en una inmensa mayoría de los individuos.

Nota.: La historia está cargada de pensadores, de intelectuales, que han constatado que la especie humana da muestras de inmadurez. Nietzsche crea la figura del Superhombre para definir a quienes son capaces de construir su propio ideario, de pensar. José Agustín Goytisolo advierte a su hija Julia de lo que se va a encontrar en la vida, de la condición humana: “Un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno son como polvo, no son nada. Pero yo cuando te hablo a ti, cuando te escribo estas palabras, pienso también en otras gentes.” José Saramago insiste en su “Ensayo sobre la ceguera” y en “La Caverna”. Según el autor: “La caverna ha sido escrita para que la gente salga de la caverna”. Kant, Descartes, Eric Fromm y más recientemente José Luis Sampedro, con carácter general lo más destacado de La Ilustración, insisten en la dependencia del poder dominante y en la inmadurez intelectual de la especie.