martes, 12 de marzo de 2024

En una aproximación a mi actual perfil

 

A lo largo de un periodo de tiempo, tal vez desde el comienzo de los últimos Gobiernos socialistas, incluidos los de Zapatero, he pasado por un cambio de paradigma. Lo que era la creencia en una transformación radical del sistema hacia la “arcadia”, se convierte en utopía. Pienso ahora que la única manera de progreso es la reformista, paso a paso al estilo de la “Ley del trinquete” enunciada por E. Wallerstein.

Este cambio, entre otras razones, ha influido en mi estado mental y emocional, y cada día me levanto alegre con ánimo de celebrarlo por el mero hecho de vivir, sin que sepa por qué, tal vez porque sea más persona de lo que quieren que sea. Me salgo del engranaje social en el que quieren que nos integremos sin fricciones, como dice E. Fromm. Lejos del poder, de la ambición, de la sumisión, y desde la Razón, la igualdad y la justicia, como sustrato o soporte, intento alcanzar la integridad y la libertad. Y desde la Pérdida de miedos, la Tolerancia con los demás, asumiendo las contrariedades por las que he pasado y las que puedan venir (Ampliado en: “Recuerdos de algunas batallas ganadas y de otras perdidas”), huir del ideario impuesto por el sistema, tener mi Ideario personal, desarrollar y gestionar mis propios sentimientos y deseos, y ayudando en lo que esté a mi alcance, intento alcanzar bienestar, equilibrio y serenidad. 

Lejos de estereotipos, la manera de manifestarme se materializa en comportamientos con el ánimo de lograr  esa integridad, ese bienestar y esa serenidad  como metas.

De esta manera establezco la unión con el mundo. De nuevo, volviendo a E. Fromm, el poder (el dominio), el deseo de poder (ambición), la fama y la sumisión están llamados a la derrota en esa posibilidad de integridad y de conexión con el resto de la humanidad y el medio ambiente.