I.
La o el analista que quieran trabajar con rigor han de intentar ajustarse a
determinadas normas, ubicando en el terreno científico el proceso que lleven a
cabo, y, en consecuencia, la relación de las condiciones de partida con las
conclusiones, si las hubiere, de manera que si esto no es así el discurso o el
relato se queda en la nada. No obstante -a diferencia de lo ocurre en el
análisis matemático, por ejemplo, en el que los procesos y las premisas están
perfectamente delimitadas- en el análisis sociopolítico la observación de los hechos tiene una carga subjetiva que puede dar una
peculiar forma a las conclusiones, independientemente de que el proceso sea el
correcto. La observación está condicionada, además, por los ruidos de fondo de
los medios de comunicación o por la interpretación de las ocultas maniobras de
quienes desean que los acontecimientos trascurran de manera que favorezcan a
ciertos sectores en perjuicio de otros, aunque estos últimos sean mayoría. Por
lo tanto, es esencial conocer de antemano las intenciones de los que cuentan
con todos los medios de manipulación. El o la analista ha de agudizar el
ingenio y, si es posible, alejarse del pensamiento dominante, definido y
controlado por aquellos centros de poder
que marcan la pauta a modo de director de orquesta, aunque estos sean menos
visibles, y la batuta se trasforme en represión y engaño. Aquel o aquella que aborde
este espacio de las humanidades ha de situarse, inevitablemente, en el
pensamiento crítico, cultivado éste por quienes se han alejado, o se alejan,
del argumentario “oficial”.
Aún
con las mejores intenciones, y de llevar a cabo el proceso de la manera más
científica posible, las conclusiones pueden desviarse de lo que pudiera ser un
resultado diferente al pronóstico, fruto del análisis. Esto, cuando ocurre, se
debe, en la mayor parte de los casos, porque las condiciones de partida varían
con el tiempo, o porque, a propósito, las verdaderas intenciones, como hemos
apuntado, se enmascaran maliciosamente.
Cuando
esas intenciones están demasiado ocultas, a tal punto que se hace inabordable el análisis, cabe la posibilidad
de improvisar las condiciones de partida, oponiéndose a quienes pretenden
seguir manteniendo el estado de cosas que les favorece, con la posibilidad de
acertar en aquello que se ha improvisado. La observación sigue siendo elemento
clave para descubrir esas ocultas intenciones. Es, por lo tanto, legítimo abordar
el ensayo como alternativa a los
procesos más científicos. En el ensayo el pronóstico es más arriesgado que en el
análisis, pero tiene la ventaja de que el margen de libertad con el que se
expresa permita descubrir lo que permanece intencionadamente oculto.
II.
Aterricemos ahora en lo concreto intentando ejemplificar lo que hemos expuesto anteriormente.
Lo
visible, lo que nos cuentan, lo que quieren que creamos, porque esto hay que
situarlo en el terreno de la fe, es que Podemos, el nuevo grupo político, se
distingue del resto de organizaciones al uso hasta el momento. Bueno, en el
resto de las organizaciones cabe incluir, también, a ese otro nuevo partido nacido
con el nombre de Ciutadans y consolidado como Ciudadanos (C’s).
A
Podemos y a sus socios les vapulean, les fustigan, les difaman, les atacan sin
reparos, pero, al mismo tiempo, están en los medios permanentemente, lo que
aparentemente parece una contradicción, porque hoy día sólo existes si sales en
la “tele”.
Esa
aparente contradicción, que se concreta en la crítica permanente versus
aparición excesiva en los medios, invita a llevar a cabo esta y otro tipo de
observaciones, en forma interrogativa, que no nos quieren mostrar, o que no se
comentan:
¿Por
qué tanta publicidad, negativa ¿o positiva? a los de Podemos?
¿A
qué se debe esa evolución tan rápida en su ideario? ¿Por qué se esfuerzan en
decir, ahora, que son “socialdemócratas”, cuando en la actualidad es una
práctica política desfigurada?
¿Por
qué han variado de manera tan exagerada las propuestas iniciales?
¿Por
qué han suavizado tanto el mensaje?
¿Por
qué esa defensa, aunque velada, por parte de algunos de los medios más reaccionarios?
Y
algo que me ha llamado poderosamente la atención: ¿quiénes pagan esas
macrosedes que se han montado de la noche a la mañana (incluye el imponente y
lujoso edificio de siete plantas de Ciudadanos?
III.
Anteriormente hemos dicho:
“Un
partido político (Podemos) surgido desde abajo, al contrario que C’s. Podemos
ha sabido recoger el sentir y el descontento de una buena parte de la sociedad.
Sus propuestas iniciales, más agresivas que las actuales, encandilaban a sectores
específicos de jóvenes y no tan jóvenes verdaderamente críticos con
el sistema y, particularmente, con la actual práctica política. Su
pretensión de llegar a la mayoría social, han diluido esas primeras propuestas,
provocando un cierto desencanto en quienes, al principio, se identificaban con
el proyecto, dando lugar a un deslizamiento en sus potenciales votantes”.
“De
cualquier forma, no esperemos grandes trasformaciones en el caso de que les
permitan acceder al poder político. El camino para iniciar un mundo nuevo pasa
por la conquista del poder económico, y son muchos y muy poderosos los enemigos
del pueblo, dentro y fuera del país”. (26 de mayo de 2016).
“Todos
estos “movimientos” (15M, Podemos, Mareas, etc.) proponen medidas desde dentro
del actual sistema socioeconómico, es decir, se mueven en el marco del sistema
capitalista y en el modelo político vigente. Un sistema agotado y un modelo
obsoleto. Y desde dentro no hay alternativas que valgan.
En
mi ya larga experiencia, y a través del conocimiento de la historia, he
comprobado que los grandes hombres y las grandes mujeres, esos que han luchado
de verdad, jamás se han expuesto públicamente. Los logros que alguna vez se han
alcanzado han sido fruto de la entrega, de la lucha, de la conspiración y
de la clandestinidad. Nada que ver con la exposición y el anuncio como si se
tratara de un producto comercial”. (6 de julio de 2013).
El
12 de octubre de 2015: (…) “pero ahora ya no estoy seguro de que éstos
(Podemos) no sean una pieza más de este juego”.
IV.
Hasta ahora, aunque con reservas, hemos deducido, a través del análisis, que
Podemos se oponía al sistema, pero, tal vez, nos estén engañando todos y a
todos. Tal vez Podemos forme parte de esa invención en la que está también C’s.
Tal vez quieran canalizar el descontento a través de Podemos, para evitar males
mayores.
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