Con motivo de la convocatoria de
la huelga general del 29 de marzo de 2012, escribí un artículo para Nueva
Tribuna, diario en el que periódicamente publicaba, pero ese artículo fue
censurado y no lo publicaron. Eso puso fin a mi colaboración. Desde ese momento
rechazaron todos los envíos que les hice: ¡Viva la libertad de expresión! A
partir de entonces decidí cambiar de rumbo, y no volver a elaborar más escritos
de ese estilo, anunciando, tal como señalé, “un punto y seguido”. “Punto” por
la interrupción impuesta por NT, pero “seguido” porque mi intención era seguir
escribiendo, aunque de otra forma y en otro estilo. Sin embargo, el Blog que había
iniciado unos meses antes, y el interés de otros diarios por mis escritos, me
dieron pie para seguir en la misma línea y continuar así hasta la fecha.
Motivos e ideas no han faltado,
ni faltan, para seguir publicando artículos. A veces los “proyectos” se han
acumulado, y ha sido necesario tomar notas hasta agotar páginas y páginas,
aunque de manera un tanto desordenada. Al día de hoy son varias decenas de
artículos los que están pendientes de desarrollo, pero, tal vez (o sea seguro) esos
escritos se queden en simples Post de mi Blog. No tengo demasiado interés en
compartirlo en las redes sociales. Por cierto, éstas se hacen ineficaces para
la comunicación de reflexiones o asuntos tratados con seriedad y profundidad.
Las redes, sobre todo Twitter, tan de
moda y uso entre políticos y gentes del famoseo, se han convertido en
mensajeras de la frivolidad, de la descalificación de otros y de propaganda
personal de sus titulares. En ningún caso utilizaré más veces el correo electrónico.
Ahora sí que habrá una inflexión,
lo que no quiere decir que lo deje todo. Las razones por las cuales tomo esta
decisión intentaré exponerlas a continuación. Tal vez, algunas de las ideas,
propuestas o razones, como algunos me han manifestado, se hayan repetido,
aunque, en defensa propia, he de decir que en contextos diferentes con títulos
distintos. Ese afán por intentar llegar
a la médula, a la causa última, al núcleo del problema, me ha obligado a
funcionar en forma de espiral, manejando aquellas ideas preconcebidas, aquellas
de partida que me han permitido elaborar un montón de páginas, y las que han
ido naciendo a raíz de esa especie de investigación. Tal vez, una lectura rápida
y aislada de cada escrito haya llevado al “cansancio” de aquellos que han
recorrido el camino junto a mí. Es esta una de las razones, aunque no la
principal, por las que tomo esta decisión. Sin embargo, desde este mismo
momento quiero agradecer a todos aquellos y a todas aquellas que me han enviado
sus comentarios, tanto de apoyo como críticos. La intención de difundir mis
reflexiones no ha sido otra que compartirlas con aquellos y aquellas que considero
afines con mi pensamiento. Espero que de algo haya servido. Desearía que, antes
o después, hayan hecho el mismo recorrido que yo. En el terreno de lo
anecdótico (al menos así quiero definirlo) dos personas que recibían mis
artículos me pidieron de manera explícita que les eliminara de la lista de
receptores. En un caso, sé que mis críticas al sistema y a los políticos (sobre
todo al PP) le sacaban de quicio, según sus manifestaciones. En el otro caso,
desconozco los motivos.
La razón fundamental de este giro
hay que buscarla en la culminación de un proceso a través del cual he llegado a
entender, con meridiana claridad, las claves que justifican este tipo de vida
que nos han preparado los que nos han dominado, y los lacayos que les parapetan,
así como el poco margen de maniobra para cambiarlo. Tipo de vida, o sistema
socioeconómico irracional, injusto e inhumano. Sistema agotado, lo que ha dado
origen al desmadre actual, por eso cada vez son más necesarias normas más represivas, como lo es esa ley de seguridad ciudadana en ciernes, por lo que pudiera pasar, porque los poderosos no están dispuestos a "apearse del burro". Ese sistema se ha convertido en un fenómeno
con vida propia, pero sin “materia gris”, que no hace fácil la manera de
reconducirlo aunque sólo fuera para llevarlo a tiempos pasados donde la producción,
la actividad productiva, era la que daba sentido a la organización social. La progresiva desaparición de la relación trabajo-capital (que origina un desempleo galopante) y el surgimiento de un mercado del dinero han dado al traste
con aquel razonable, aunque injusto, equilibrio entre ricos y pobres de décadas
anteriores. Tan imposible es el cambio a mejor que toda esa proliferación de
movimientos sociales, y tantas y tantas manifestaciones, huelgas o, en general,
acciones de carácter reivindicativo no tienen eficacia alguna, o una eficacia
insignificante y desproporcionada al esfuerzo que se lleva a cabo. Por ser éste
un factor de enorme importancia, más adelante, en el último apartado, insistiré
en este asunto, aportando algún dato más.
Evidentemente a la hora de
ponerme a escribir sobre estas cosas, partía de un ideario, de unas ideas que
pretendía compartir con hombres y mujeres de ese sector social en el que me
encuentro, o al que yo creo pertenecer. Pero el esfuerzo por llegar a descubrir
las razones por las cuales este tipo de sociedades funcionan de esta manera, me
ha permitido añadir otras que antes formaban parte de una nebulosa, de unas
ideas sin matizar, o que simplemente estaban por descubrir en su totalidad. Por
eso, quizás, haya sido yo mismo el receptor más beneficiado de mis artículos.
Sería muy extenso expresar en
detalle todo aquello que llevaba en la “mochila” antes de comenzar a escribir
estos 72 artículos que he hecho públicos a través de redes sociales, de mi
propio Blog, de diarios digitales o a través del correo electrónico. Sólo decir
que sin ser un ortodoxo comparto los principios básicos del materialismo
histórico. Desde hace bastante tiempo, descubrí que la “historia de la
humanidad es la historia de la lucha de clases”. Que el deseo de dominio, y su
puesta en práctica, ha sido el eje en torno al cual se han establecido las
relaciones sociales. Que el poder y el miedo caminan en relación inversa; que
el miedo es una de las armas más poderosas de los que dominan para mantener su
situación de privilegio. Que la democracia, este
amago de democracia, es una estrategia del poder económico para contener a las
masas. Que el parlamentarismo en un sistema como este es una fachada burguesa
para la dominación de clase. Que los gobiernos “títere” se convierten en el
gabinete de gestión de la clase dominante. Que las leyes son un instrumento en
manos del poder para controlar y reprimir a la “plebe”, de su aplicación
escapan los corruptos y los estafadores. Y tantas otras cosas que excluyo
porque están recogidas en los artículos anteriores y en algunos de los textos
más amplios, que están publicados en páginas de Internet.
A
pesar de ser un simple aficionado, sin apenas trayectoria literaria (o lo que
por tal se entiende), he utilizado varios estilos para describir mi
pensamiento. El estilo periodístico, el ensayo, el relato/cuento, los
aforismos, los silogismos y los axiomas han sido algunas técnicas que han dado
forma a mis artículos. La verdad es que, desde el rigor y el compromiso, me he divertido, y pienso seguir
divirtiéndome.
Por último, recojo algunos
párrafos que me parecen significativos. Por simple elección, se centran en la
inquietud por encontrar las causas por las que los hechos y los acontecimientos
trascurren de esta manera, en la necesidad de emplear un método o una
herramienta para el análisis y en algunos de los descubrimientos que han ido
apareciendo a lo largo de toda esta trayectoria.
La búsqueda de la causa última, o el origen de todos nuestros “males”
En ese afán por descubrir los
motivos por los que esta especie ha llegado a la actual situación, escribí
esto:
“Quienes intentamos poner algo de luz, y combatir la manipulación y la
mentira, abordamos el análisis y la denuncia desde todos los ángulos posibles,
procurando acercarnos lo mejor que podemos a la realidad que vivimos, y a sus
causas. Pero, tal vez, ese esfuerzo no permita nunca hacer ese diagnóstico
preciso que el autor desearía. Quizás ocurra como en matemáticas con el asunto
de las asíntotas: la función sólo se une con la asíntota en el infinito. Es
difícil dibujar con precisión el panorama actual, describir el proceso por el
que hemos llegado hasta aquí o descubrir la causa última que ha dado lugar a
los desatinos que ahora nos acosan. Aunque se profundice en todos esos
factores, e, incluso, se llegue a un pronóstico, siempre quedará la duda de si
hemos acertado. Para darle seriedad al análisis es conveniente huir de la
simple opinión, y trabajar con un soporte científico más riguroso”. http://ajgilpadilla.blogspot.com.es/2013/03/aunque-cueste-asumir-la-realidad.html
La necesidad de un método para razonar o inferir
Para llevar a cabo un examen serio de todas esas dimensiones (estudio
o examen riguroso del sistema, o otras)
es imprescindible una herramienta, un método que permita razonar e inferir con
rigor. Es necesaria una verdadera, y
particular, “tecnología” de la información, de la comunicación y del estudio de
sociedades como la nuestra.
(...)
En mi caso, el método, a la hora de escribir, se basa en la observación, el análisis
y el razonamiento inductivo, tres
capacidades que hay que poner en marcha cada vez que aparece una idea o un
acontecimiento dignos de ser tratados. Por una parte, mediante el análisis del
actual sistema, por ejemplo, es posible descomponerlo en las diferentes
estructuras que lo configuran, buscando las causas que originan los
comportamientos o hechos que se producen en cada caso. Además, para hacer un
pronóstico, es necesario observar la situación actual, su evolución desde un
tiempo atrás y comprobar, de forma razonada, si hay o no hay elementos que
puedan modificar esa evolución
La razón, o causa última
Ya en los primeros apuntes o
notas que iba tomando hace años, y que formalicé en “En los límites de la irracionalidad”, aparecía la inmadurez de
nuestra especie como la causa última por la que hemos llegado a esta situación
de desigualdad, injusticia y, en suma, de sin razón. http://www.bubok.es/libros/193055/EN-LOS-LIMITES-DE-LA-IRRACIONALIDAD-analisis-del-actual-sistema-socioeconomico,
como algunos saben es un trabajo de análisis en el que la inmadurez intelectual
es la pieza central del texto.
(…) la codicia es el resultado de una sucesión de causas que enraízan
en la propia naturaleza de nuestra especie. Esa codicia, ese afán de
enriquecimiento, surge del miedo y de la inseguridad que nace de la pobreza
humana que, a su vez, es fruto de la inmadurez intelectual. En orden inverso,
la sucesión, de origen a final, es la siguiente: inmadurez intelectual-pobreza
humana-miedo e inseguridad-codicia.
Cabe establecer otras escalas para justificar otros comportamientos como son la aceptación incondicional de
la mentira, la confusión entre lo que se desea y lo que es posible, la
insolidaridad, la ausencia de conciencia, el maltrato medioambiental y el de
los animales, etc. Pero la causa final siempre es la misma.
Algunos descubrimientos, fruto del análisis de algunos años
A lo largo de todos estos
escritos, tomando el estado actual del sistema como elemento central del
análisis, he ido descubriendo algunas de las razones por las que las cosas han
trascurrido de la manera que lo han hecho. A título de ejemplo:
a) Principio y fin del estado de
bienestar:
Ese estado de bienestar del que ha “gozado” una buena parte de la
sociedad ha tenido lugar en el punto álgido de la actividad productiva, por el
exceso de ganancia de la clase dominante, llevando a cabo una serie de concesiones
que permitían mantener a los patronos la necesaria estabilidad para poder
seguir enriqueciéndose, y, además, mejorar la formación y salvaguardar la salud
de los trabajadores, tratándoles a estos como pura mercancía. No nos engañemos,
el esfuerzo e, incluso, el sacrificio de los más luchadores han obtenido un
rendimiento limitado, sin despreciar de forma rotunda su eficacia.
(…)
Ahora, cuando el sistema se va trasformando, y el capital no requiere
apenas fuerza de trabajo, no es necesario mantener esos servicios porque a los
poderosos no les importa la salud y la formación de amplios sectores que antes
tenían fácil acceso a ellos.
b) La sociedad asume de forma
incondicional que el empleo es cosa de particulares.
La desigualdad entre unos y otros individuos de una misma sociedad es
un hecho irracional de orden superior. El principal motivo por el cual esto es
así se debe a la aceptación incondicional de que son unos cuantos, los
patronos, los únicos que pueden generar el empleo de una masa trabajadora. Este
es uno de los hechos más aberrantes porque el objetivo de esos “empleadores” no
es otro que su propio enriquecimiento personal.
c) La ineficacia de los movimientos sociales
En varios artículos o Post de mi
Blog se justifica la ineficacia de tantas y tantas acciones que se están
llevando a cabo a lo largo del territorio. Sin embargo, en ninguno de ellos
hemos indicado, de forma concreta, que hay dos acontecimientos por los cuales esas
acciones no surten efecto: En el terreno histórico el derrumbe de la URSS. ; en el de la
ignorancia, la creencia en el falso modelo político. Los Gobiernos se legitiman
con las urnas. La pérdida del miedo al contagio y la farsa de esta “democracia”
han dado lugar a una pseudo estabilidad social que impide cualquier tipo de
trasformación. A la ineficacia de los movimientos sociales le he dedicado un
artículo completo, además de múltiples referencias en otros: http://ajgilpadilla.blogspot.com.es/2013/02/por-que-las-acciones-que-hoy-dia-se.html
Desde luego, una trayectoria muy productiva. El problema es que me temo que en el futuro habrá más de lo mismo, por lo que tendrás que seguir en la brecha, en la misma línea.
ResponderEliminarSaludos cordiales.