En el marco de un modelo político
desgastado, la aparición de Ciudadanos en el panorama político de este país supone
un tremendo peligro para la clase trabajadora, aunque su éxito, como
señalaremos más abajo, se deba, en gran medida, al apoyo de amplios sectores
del pueblo llano. Sectores sociales sin ideales, sin conciencia de clase,
víctimas de la indiferencia y, por lo general, con débil dotación intelectual,
así que la mentira y la falsedad encuentran fácil encaje en un terreno fértil,
a la vista del posible aumento electoral de este nuevo grupo. Son aquellas y
aquellos que, por la creencia en la “maldad” de las ideologías, se sienten
neutrales en sus decisiones políticas y se ubican en una posición de un centro
inexistente. De ello se aprovechan esos grupos antipopulares que se esconden
tras una máscara sin dejar ver sus verdaderas intenciones. Qué dirán aquellos
que les apoyen, después, si alguna vez ganan, cuando se vean, nos veamos todos,
sometidos a un mayor deterioro de lo público, al incremento de la desigualdad,
a la más acusada pérdida de algunas conquistas conseguidas a lo largo de tantos
años.
Previo
El día 5 de mayo de 2015 decía:
“Se potencia a un grupo político como Ciudadanos que, como hemos visto, ha
crecido en las elecciones andaluzas, y sigue creciendo en intención de voto, a
una velocidad mayor que lo hizo PODEMOS después de las europeas. El crecimiento
de Ciudadanos, en intención de voto, se corresponde con una significativa
pérdida de PODEMOS.
La jugada está casi resuelta. A
Ciudadanos le han camuflado bajo una falsa apariencia de partido descafeinado
aunque, en realidad, cabe ubicarle, según terminología clásica, en la extrema
derecha, dispuesto a seguir defendiendo los mismos intereses que los otros
grupos que se han alternado hasta la fecha, es decir, los del gran capital.
¿Cuáles son los mecanismos que
emplea el poder real para manipular y determinar la práctica política? Se nos
antoja que, al margen de todo lo que se mueva en las cloacas, son los medios de
comunicación y las subvenciones de los bancos y entidades financieras las
herramientas que permiten aupar a un grupo político sin apenas significación
política en el ámbito estatal. Por otra parte, los que mandan conocen muy bien
el estado intelectual y emocional de amplios sectores de esta sociedad nuestra,
manipulables sin límites”.
Y un poco más adelante señalaba:
“Ciudadanos (C’s), o el invento político más descarado de la oligarquía, es un
grupo creado desde arriba con una doble intención: a) hacer de puente entre PP y PSOE para mantener la plutocracia que
sufrimos desde hace tantos años; b) sustituir, poco a poco, a una formación (PP)
controlada por personas desgastadas y
mayores, inmersas en la corrupción. Pero podría ser que fracasaran en ambos
objetivos. UPyD ya intentó algo parecido, y ahora ya son pasado. Por si esto lo
leyera algún despistado o a alguna despistada, que no lo creo, remarcar que el
centro es un ambiguo y tramposo refugio. Como he dicho en otras ocasiones, C’s,
por sus acciones, y por las actitudes de sus dirigentes, habría que ubicarles
en la extrema derecha, por utilizar términos corrientes”.
Ciudadanos ahora
Desde esas fechas, han ocurrido
nuevos acontecimientos en política, pero en lo básico, este grupo sigue
siendo el mismo engendro, aunque quiero hacer algunos matices. Ahora me doy
cuenta de que Ciudadanos no es lo que se conoce como un partido político al uso.
C´s es un producto de marketing. Un
producto light, elaborado, como dije
entonces, desde arriba, con un éxito aplastante de la operación. Han conseguido
hacerse un hueco en el inexistente centro político, en un esquema clásico de
izquierda-derecha. Pero, como he dicho en varias ocasiones, el centro no
existe. La izquierda se ha caracterizado por su defensa de los intereses de las
clases populares, aunque, hay que decir, que, salvo en raras excepciones
(Frente Popular en España, por ejemplo), esa izquierda real no ha gobernado
nunca. La derecha clásica, el PP de ahora, se nutre básicamente de las
reminiscencias fascistas de la anterior Dictadura y de la iglesia católica y
sus feligreses, procediendo sus votantes, en muchos casos, de ambos colectivos
a la vez, sectores que se van reduciendo poco a poco. Por eso, conforme pasa el
tiempo, decrece el apoyo.
Pero ahí está Ciudadanos para
reemplazarle. Después de una política reaccionaria y de corrupción del PP,
puede ocurrir que la pérdida de votos de ese partido, dé lugar al crecimiento
de Ciudadanos de tal manera que le permita alcanzar ciertas cotas de poder y
nos arrastre, si es que llegaran a gobernar el país, a un estado neonazi y
carpetovetónico.
C´s no tiene ideología, ni
proyecto programático, ni criterio propio. Son una máquina descaradamente manejada desde el poder real. No son en
absoluto fiables. Son capaces de cambiar en un solo día su posición política. Sus declaraciones son
poco creíbles para mentes sólidas y limpias.
Su éxito está basado en el apoyo
y el “cocinado” desde arriba, y, como he señalado al comienzo, en la incultura
política, la ignorancia y la ingenuidad de la masa. En el significativo salto
hacia arriba en las encuestas se debe a la capitalización del voto
anticatalanista de la masa cuyo perfil hemos dibujado antes. Los nacionalistas,
con su acreditada torpeza, son los causantes del protagonismo que está
adquiriendo C’s. Han puesto al descubierto ese anticatalanismo visceral de
amplios sectores del resto del Estado.
Es ahora el momento de aclarar
algo más lo que entendemos por la ignorancia y la ingenuidad, rémora del
progreso, a las que tantas veces hemos hecho referencia.
La ignorancia la he definido con
anterioridad como la debilidad intelectual de la especie sobre la que se
asienta la práctica política actual, y la ingenuidad como la ignorancia en
menor grado. En ambos casos está en juego la inmadurez intelectual.
Hablar de ignorancia o inmadurez
intelectual nada tiene que ver con la formación reglada de cada cual. Haber cursado
estudios universitarios, por ejemplo, no inviste de intelectualidad a los
individuos. Menos con una práctica educativa como la que sufrimos en este país.
Cuando tacho de falta de
capacidades me refiero al común de la especie, ausente de conciencia como para
saber cuáles son sus verdaderos enemigos de clase, a los que votan en las
elecciones. Por el contrario, hay muchas personas que, como autodidactas,
alcanzan altos niveles de madurez intelectual. No cabe duda de que en
sociedades como esta nuestra existen grupos –grupos, por supuesto, abiertos- de
mujeres y hombres con ideas avanzadas y con una conciencia suficiente como para
caminar hacia mayores cotas de igualdad, solidaridad y fraternidad. Personas
que sufren porque comprueban que las tácticas alienantes del poder real
triunfan y consiguen fomentar en las masas la indiferencia, el egoísmo y la
ambición. Miserias propias, como tantas veces digo, de un sistema injusto,
irracional, inhumano y cruel.
Nota: Hoy día, 10 de mayo de 2018, nos anuncian que Rivera, el jefe
de Ciudadanos, es considerado como una joven promesa por el Foro de Davos, el
foro de los ricos. Muestra inequívoca de qué intereses defenderá si alguna vez
gobierna.