sábado, 29 de abril de 2017

¿QUÉ MÁS TIENE QUE PASAR? BIS

Al hilo de los recientes encarcelamientos de algunos de los mafiosos del PP, que no serán los últimos, se hace inevitable la reflexión, y concluyes preguntándote: ¿qué más tiene que pasar? ¿Qué más tiene que pasar para que la sociedad reaccione? De pronto, me vino a la memoria el título de un breve escrito con idéntico enunciado. Un artículo de junio de 2013, hace ya casi cuatro años. Aunque allí contaba hechos semejantes a los que estamos asistiendo ahora, en estos cuatro años la sociedad no ha movido un pelo. Y aquí viene la segunda conclusión: los de arriba han ganado la batalla. La anestesia está servida. Es como si se tratara de una enorme banda de robots programados para seguir instrucciones. He querido eludir el término “Zombi” por el respeto que aún me merece esta especie. Y porque aún cabe la posibilidad de “resetear”  las programaciones, aunque sea necesario destrozar el disco duro a martillazos.
Para ponernos a prueba, de vez en cuando, los medios de comunicación anuncian posibles catástrofes que de ocurrir podrían suponer el final de todo el planeta. Eso de “la tormenta solar” es esa serpiente que aparece de vez en cuando. Por otra parte, la amenaza de una posible guerra nuclear nos ronda ahora entre la fantasía y la realidad. Algunos “colegas” en esto del análisis y la expresión escrita hacían mención a este hecho. Uno de ellos ha llegado a decir, ante la posibilidad de una guerra: “siento más lástima que miedo”, en referencia a la falta de reacción popular. Y así es. La masa impasible, indiferente, como si no fuera con ellos. Las noticias del día a día nos van vacunando: ya somos inmunes al desastre. Un día la masacre en Siria, otro día, mientras estamos comiendo, nos muestran los jirones de los que se desgarran en las concertinas. De un tiempo acá nos advierten de que “las imágenes que vamos a mostrar son muy duras”. Justo lo que hay que decir para provocar, y despertar la curiosidad para que miremos.
Si ante el anuncio de tan tremendos acontecimiento, la reacción es nula, ¿cómo nos vamos a sorprender porque unos ladronzuelos tengan millones de euros en cuentas clandestinas, porque hayan esquilmado empresas y servicios públicos en beneficio de ese grupo mafioso, porque la actividad básica de los patronos de grandes compañías sea la de corromper y corromperse? Eso es poca cosa.
Para comprobar que las cosas, cualitativamente, están como hace casi cuatro años, no me resisto a reproducir el texto de ese artículo publicado en esa fecha de 18 de junio de 2013. 
http://ajgilpadilla.blogspot.com.es/2013/06/que-mas-tiene-que-pasar.html.

“Hoy me llega vía email una carta, una de tantas de las que circulan por la red, haciéndoles ver a los que aún votarían al partido en el Gobierno, más de ocho millones, su equivocación por seguir apoyando a un grupo mafioso como el que detenta ahora el poder político. Ríos de tinta, o miles de megabytes comentan, denuncian o critican los comportamientos políticos y las conductas personales de los dirigentes del PP, pero las cosas siguen igual, no pasa nada, las urnas lo soportan todo. Han ganado por mayoría absoluta y están legitimados por cuatro años hagan lo que hagan.
Estos políticos saben muy bien de qué va este negocio. Saben que su función es la de  proteger a los ricos, y cobran por esa tarea, sabiendo que entre todos caminan en  el tándem de la corrupción. Todo eso de los principios o de la ética se la suda. La degeneración está servida.
En mi vida he visto nada tan escandaloso, y tan escasa respuesta ante los hechos que se suceden, y que nos cuentan los medios de comunicación a diario. Aparecen como si se tratara de una película, como una serie que, con el mismo guión, cada día aportan algún dato nuevo, aunque los protagonistas suelen ser siempre los mismos. El cine, la ficción y el plasma han hecho mucho daño. La realidad queda eclipsada y se nos cuela en casa filtrada, manipulada y repetitiva hasta el punto de asumir la maldad, el abuso, la sinrazón y la falta de humanidad como algo normal.
Por el otro extremo, la desigualdad, la pobreza, el desamparo y la crueldad comparten pantalla. Ya estamos tan inmunizados que tras una noticia sobre un tipo que ha robado un montón de millones, nos muestren otra en la que nos dicen que una cuarta parte de los niños de este país están desnutridos. Ambas son asumidas de igual forma porque la anestesia permanece durante todo ese tiempo en el que perdemos dioptrías ante el aparato de TV.
¿Qué más tienen que pasar? Los máximos dirigentes del partido en el Gobierno entienden esto de la política como un negocio. Nos dicen los diarios que en unos cuantos años se han forrado, burlando esa legalidad a la que ellos aluden cuando hay que reprimir o someter al pueblo llano. Es tremendo, porque dicen que son los máximos representantes de los ciudadanos. Se burlan de todos. Bien pensado: ¡da miedo! La inseguridad, el desasosiego o la inestabilidad y la precariedad laboral pasan a un segundo plano. El pánico les coloca en esa segunda plaza.
Por si fuera poco el hecho de que el actual presidente de Gobierno carezca de cualquier principio ético, burle la ley, sea un mentiroso: “no he venido a la política para ganar dinero”-dijo-, desprecie a la ciudadanía y tenga la desvergüenza de seguir en su puesto, además de eso, el expresidente de los patronos (CEOE) está en la cárcel, el expresidente de una de las mayores Cajas de Ahorros (Bankia) también está en la cárcel, el que manejaba los dineros del PP está multimputado por ladrón. La Corona: ¿qué decir de la Corona? ¿Hay quien dé más? ¿Es esto lo que llaman marca España?
Aún en estas condiciones no parece cercano un “estallido social”. Más bien parece que vamos por el camino de la aceptación de los hechos, de la caridad como única forma de ayuda a los más necesitados, del refugio en la miseria”.



martes, 25 de abril de 2017

LA CORRUPCIÓN, LA RAZÓN Y LA ÉTICA

No es verdad eso de que las personas sean corruptas por naturaleza. No es verdad eso de que todo aquel o aquella que tenga la oportunidad de robar robe. La mayoría de la sociedad está sometida a las reglas impuestas por el poder y resignada a padecer los desmanes de una panda de ladrones. En un sistema de dominio, el poder y la corrupción van de la mano.
Las noticias de corrupción que saltan a los medios de comunicación recogen sólo la de los gobernantes políticos, pero la corrupción no es patrimonio de estos. Las corrupciones más importantes se dan en el núcleo más duro de la clase dominante. Los propietarios o dirigentes de las grandes corporaciones no solamente son corruptores, sino corruptos. Es corrupción la explotación de la clase trabajadora, es corrupción evadir impuestos, es corrupción especular en los mercados, es corrupción asignar las desorbitadas cantidades en calidad de jubilación -por ejemplo- a los directivos de las empresas del IBEX35, es corrupción  la compra de entidades ruinosas para luego “reflotarlas”, es corrupción la privatización de empresas y servicios públicos, es corrupción  cobrar precios abusivos de los suministros de los oligopolios, es corrupción  el trato de la banca a los ahorradores y a los hipotecados, es corrupción agrandar la desigualdad. Es corrupción corromper.
En este país nuestro, la corrupción se ha generalizado en todos los ámbitos políticos gobernados por el Partido Popular, a tal punto que hemos visto como de ser una casta se ha convertido en una mafia, pasando por lo que algunos definen como trama. Los ciudadanos y ciudadanas estamos ya saturados de lo que nos cuentan día tras día. Cuando no es uno son dos los que van cayendo, aunque la aplicación de ese manoseado lema de que “caiga sobre ellos todo el peso de la ley” no se corresponde con la magnitud de los delitos (presuntos) cometidos. Estamos hartos, aunque lo que estamos viendo, que es mucho, es la punta del iceberg, tal como venimos anunciando desde hace tiempo. Los jueces, temerosos, tardan en aplicar sentencias. Una vez condenados los corruptos siguen en la calle con condenas de cuatro, seis o más años

Ante el actual panorama, surge la pregunta: ¿los comportamientos de los corruptos responden a una limitada capacidad intelectual, a una determinada patología o a la ausencia de principios éticos? Estamos tentados de responder de inmediato, pero merece la pena adentrarse en el análisis de esta antisocial práctica.

Ética y moral son conceptos resbaladizos sin que puedan ser definidos con precisión. Términos que a veces se complementan, otras veces se confunden. De cualquier forma, la ética y la moral, lo bueno y lo malo, responden a un modelo ideológico, doctrinal o a las normas y costumbres de una determinada cultura. En países como el nuestro, es la iglesia católica, y en general el cristianismo, quienes han marcado durante siglos las reglas morales. Reglas que permanecen en gran medida en este tipo de sociedades. La iglesia ha guiado la conducta de las masas bajo el temor de ser castigado en “la otra vida”. Durante mucho tiempo, los poderosos, aunque sólo fuera por imagen, se ajustaban a ciertas reglas, aunque bajo cuerda hicieran y deshicieran a su antojo. Lo que ocurre es que, poco a poco, esas normas van siendo violadas por esos estamentos. Ya no quieren ser ese referente visual o dechado de virtudes en actos religiosos. Ya no les importa ir al infierno. Por eso no les importa corromperse, por eso rompen con cualquier escala de valores. Por eso no respetan las más elementales reglas de convivencia. Por eso sus sucios asuntos no respetan los más elementales principios éticos.

La razón es una facultad potente y exclusiva  de nuestra especie, una componente importante de la  real o potencial inteligencia de hombres y mujeres, pero que, por lo que parece,  no alcanza a aquellos que no encuentran saciada su codicia para acumular más de lo que necesitan. Quienes anteponen sus intereses engañando, robando, explotando o abusando de semejantes son de ese grupo de baja talla intelectual. En una sociedad madura, intelectualmente hablando, no existirían individuos despreciables como los que, por goteo, están entrando en las cárceles de este país. La sinrazón, entonces, es una de la causa, quizás la principal, de tantos desatinos, de tanta corrupción.

Aquellos que han utilizado la política para corromperse, para sentirse poderoso, para satisfacer esa pasión, nunca llegarán a alcanzar plenamente el poder al que espiran, porque la pasión-poder se encuadra en la patología de la normalidad (en referencia a mi admirado E. Fromm). Todos estos individuos están psicológicamente llamados al fracaso por mucho que acumulen lícita o ilícitamente sus riquezas.

He llegado a discutir con amigos -que, por su interés y su capacidad intelectual, me merecen un tremendo respeto- sobre si es la razón o es la ética, mejor dicho, la sinrazón o la ausencia de los más elementales principios éticos, lo que subyace en todos estos casos de corrupción del PP como “organización criminal para delinquir”. Pues bien, conjugando las tres dimensiones que mostramos en la pregunta anterior, pienso que todos estos individuos que roban -de forma individual o en forma de casta, trama o mafia- son seres intelectualmente deficientes, carentes de cualquier valor o principios éticos y enfermos mentales. Muchos de los que habitamos estas tierras de picaresca, de Lazarillos, de Rinconetes, de Cortadillos, de Buscones, etc., estamos hartos de golfos, de sinvergüenzas, de dementes. Ante la indiferencia de las masas y la inacción política y social sólo nos queda apretar los dientes e intentar tirar para adelante con paciencia y resignación, pero con rabia.


martes, 18 de abril de 2017

UN SISTEMA SOCIOECONÓMICO AGOTADO: CONTRADICCIONES Y TRANSFORMACIONES

Hace ya algunas décadas que muchos, entre los que se encuentran notables pensadores, decimos, con distintos enunciados, que el actual sistema socioeconómico está agotado, agónico, que nos encontramos en el comienzo del fin, etc., aunque transcurren los años y parece que no pasa nada suficientemente significativo que haga visible ese agotamiento, pero sí que pasa, lo que ocurre es que la lentitud de la degradación y la adaptación del pueblo al momento hace que las trasformaciones no sean percibidas desde dentro del proceso transformador. Es como estar en el ojo del huracán. Y es que, en otras ocasiones, los grandes cambios económicos y sociales han ocupado siglos hasta materializarse por completo la siguiente etapa. Pensemos, por ejemplo, en el paso del Feudalismo al Capitalismo.
Desde el año 2011, hemos enunciado, y repetido hasta en dos ocasiones más, algunos escritos con el mismo título: “Un sistema agotado”, en el año 2011, en el 2013 y en el 2016. Ahora volvemos a ese mismo enunciado, porque es este un asunto inagotable. En este caso, a través del análisis, aportaremos datos suficientes para comprobar que se están produciendo grandes transformaciones y se están agudizando las contradicciones del sistema capitalista. Sin embargo, es el propio sistema el que se encarga de que los individuos de este tipo de sociedades vayan asumiendo sin sobresaltos las nuevas condiciones vitales, apoyándose, los que mandan, en la debilidad intelectual y emocional de aquellos. Es más fácil convencer desde la neoderecha con una oferta de diversión, mientras se pueda, que con posiciones de lo que se conoce como izquierda. Es preferible optar por el consumo, los viajes, las vacaciones, la fiesta, etc., que con la austeridad, la sostenibilidad, la igualdad, la solidaridad, etc. Por eso las posiciones de izquierdas, como hemos señalado en otras ocasiones, son abstractas, laboriosas e inestables (véase el caso griego y, en general, el declive de las izquierdas europeas). 
He aquí, de forma esquemática, las  contradicciones y las transformaciones que, a día de hoy, consideramos más relevantes.

Contradicciones
a)      La principal contradicción del actual sistema es la intención de crecimiento permanente en un entorno natural finito. El agotamiento de los recursos fósiles y forestales es ya un hecho. Selvas y bosques son esquilmadas para buscar, a la desesperada, otros recursos.  Ese permanente crecimiento, sin medidas de control, está contaminando el planeta por tierra, mar y aire. El cambio climático ya es también un hecho.
b)      La automatización de los procesos, el uso de potentes ordenadores y aplicaciones informáticas y los múltiples sistemas de comunicación, fruto de lo que vulgarmente se conoce como Tercera y Cuarta Revolución Tecnológica, está eliminando de manera exponencial, mano de obra cualificada y no cualificada de las grandes empresas productoras del sector de la metalurgia y de los servicios.
c)      La superproducción de productos y servicios requiere una sociedad consumista. Sin embargo, el poder adquisitivo global es cada vez menor. Lo que puede degenerar, en el corto plazo, en diferentes mercados: un mercado de lujo para clases privilegiadas y un mercado se supervivencia para las masas. El medio y largo plazo se nos presenta impredecible.
d)     La excesiva acumulación de capital, que no tiene proyección sobre la economía real, ha dado pie a  la agudización del mercado financiero, convertido en un mercado especulativo, a la aparición de múltiples paraísos fiscales. Cada día se mueven inmensas cantidades de dinero que no tienen nada que ver con la economía productiva.

 Cambios
-Como consecuencia del cambio tecnológico, se ha incrementado el paro respecto a décadas anteriores. Un paro estructural, a diferencia de lo que tuvo lugar en otros tiempos.
-La precariedad se ha instalado de forma definitiva, sustituyendo al empleo estable.
-La desigualdad ha aumentado. La grieta entre ricos y pobres se ha incrementado.
-Las rentas del trabajo se han reducido de forma alarmante, mientras que aumentan los beneficios y, en general, el capital.
-Nuevos fenómenos que han aparecido últimamente: Desahucios, pobreza infantil, pobreza energética. Comedores sociales.
-Se han invertido los términos: los gastos de un elevado número de hogares son sufragados por los ingresos (pensiones) de los abuelos.
-Finalizada la etapa durante la cual las condiciones económicas de los trabajadores han sido pulverizadas, le toca ahora a los derechos adquiridos a lo largo del tiempo. La promulgación de leyes represivas (Ley mordaza, por ejemplo) y el adiestramiento para convencer de que hay que cumplir las leyes son una muestra más de que es necesario contener posibles revueltas en situaciones como las actuales y futuras. Francia, adalid de la libertad se encuentra sitiada. España en “alerta 4”. Todo ello para reprimir y controlar a la ciudadanía, bajo el pretexto de la amenaza yihadista, como si esas medidas pudieran eliminar los actos terroristas. Véanse los casos en los diferentes países: Bélgica, Francia, Reino Unido, etc.   
-Ha variado la política crediticia de la banca. Han disminuido las hipotecas, han aumentado los tipos de interés a los hipotecados.
-A diferencia de la situación en décadas anteriores, la adquisición de un hogar para jóvenes parejas se convierte en una tarea imposible.
-Respecto a las actitudes ciudadanas, se ha potenciado la indiferencia, la pasividad, la inactividad, el miedo y, en suma, la pérdida de conciencia social.
-Los medios de comunicación han incrementado su función alienadora. En general, los nuevos dispositivos tecnológicos están perturbando a la masa, en particular a la juventud. Las Redes Sociales son una nueva técnica de enajenación: Potencian el aislamiento social y el desarrollo intelectual.
-Deterioro democrático: Unión PP-PSOE en nuestro país. El modelo de la alternancia ya no es válido. La democracia cada día es más imperfecta.
-Se ha producido un desajuste entre cualificación educativa y acceso laboral. En nuestro país los jóvenes, sea cual sea su nivel formativo, recurren a cualquier tipo de trabajo, por lo general precario, buscan un empleo fuera de nuestras fronteras o pasan a engrosar las listas del paro.
-Derrumbe ideológico de la izquierda. El declive de la URSS ha influido de manera definitiva.
-La lucha de clases se agudiza, aunque traten de enmascararla con inventos tales como eso de la clase media, estado de bienestar, etc.

-Y algo absolutamente escandaloso: el incremento de la corrupción, fruto de la ambición y de la sinrazón. Lo que vamos conociendo es sólo la punta del iceberg

viernes, 7 de abril de 2017

UN SISTEMA SOCIOECONÓMICO AGOTADO: DEL BIPARTIDISMO AL PARTIDO ÚNICO

Una de las circunstancias que pone en evidencia que el actual sistema ha entrado en una crisis, que parece irreversible, es la inestabilidad de la dimensión netamente política, aunque ésta no sea la principal. A pesar de que el análisis completo requiere un escrito más amplio, queremos hacer un avance, tratando el actual modelo político, su declive y su posterior evolución.
El modelo bipartidista le ha servido a la oligarquía durante un largo periodo de tiempo, desde mediados del siglo XX hasta hace unos pocos años, en el marco de una limitada democracia, estrategia que ha dado lugar a una marcada estabilidad política.
En ese juego participaban dos opciones de supuesta oposición ideológica, cada una de las cuales se identificaban con la izquierda, la una, y con la derecha, la otra. El pueblo engañado y manipulado ha sido utilizado, aún lo sigue siendo (pero menos), para mantener el dominio de unos sobre otros.
La actuación de la derecha es coherente con su ideario y con sus propuestas. Sin embargo, lo que se conocía como izquierda, esa izquierda mayoritaria, tanto en este país como en otros del entorno, se han escondido bajo esa tendencia, por el prejuicio favorable que le conceden amplios sectores de la ciudadanía, pero su papel ha sido el de la defensa de los intereses de los ricos, sin distinción de lo que hace la derecha.
En consecuencia, el binomio izquierda-derecha ha quedado desconfigurado, fundamentalmente por la impostura de los partidos de esa pseudoizquierda que ha sido mayoritaria durante mucho tiempo.
La decrepitud del sistema socioeconómico, y la del modelo político al uso, han dado lugar a la aparición de nuevas fuerzas con postulados y propuestas más próximos a los grupos sociales menos favorecidos y a ciertas capas intelectualmente más avanzadas. Pero, además, el descontento con el bipartidismo está dando pie al fortalecimiento de movimientos de corte fascista (conocidos como extrema derecha). Es el caso de Francia, Holanda, Austria, Polonia y otros tantos países de Europa, bajo el ejemplo y la tutela, ahora, del actual presidente de EEUU: Donald Trump.
Ante esta situación de inestabilidad política, el sistema ha reaccionado buscando nuevas formulas para recuperar esa estabilidad perdida. Particularmente en nuestro país, ha aparecido Ciudadanos con el ánimo de contrarrestar el efecto Podemos, pero parece que este ensayo no les ha salido demasiado bien. La actuación más potente es la de intentar unir al PP y al PSOE, en sustitución de la alternancia, idea que se extiende a otros países que, como Alemania, ya lo han hecho. Cada vez oiremos hablar menos de izquierda y derecha como grupos enfrentados. La intentona unificadora comenzó en nuestro país después de la pérdida de la mayoría absoluta del PP el 20D de 2015. Tras una inédita etapa de inestabilidad, por fin, después de las últimas elecciones generales del 26J de 2016, se inicia una carrera para buscar el apoyo del PSOE. En esta burda operación de convertir al PSOE en muleta del PP, los socialistas han destruido su propio partido, creando una profunda grieta entre el aparato conservador y aquellos que siguen reivindicando posiciones de progreso por vocación o por oportunidad.
El proceso que se inició en septiembre-octubre de 2016 es vulgar, traicionero, cobarde y torpe con unos incuestionables tintes autoritarios. Cuando P. Sánchez, a la desesperada, intenta el pacto con Podemos se disparan todas las alarmas y, en menos de dos semanas se lo quitan del medio con un evidente golpe de mano. El poder real no puede permitir un Gobierno que le dé quebraderos de cabeza.
A partir de entonces, los encargados de laminar a Sánchez emprenden una operación para colocar en la Secretaría General a alguien que esté dispuesto a todo lo que le pidan desde arriba, a alguien del ala más reaccionario que dé continuidad a las políticas neoliberales de los anteriores líderes, ahora sometiéndose a los designios de los del PP. Todavía no alcanzo a saber qué es lo que buscan los del PSOE con esta operación, más  a allá de conservar la situación privilegiada que el sistema les ha otorgado a sus  actuales y, sobre todo, a sus viejos dirigentes: A los González, a los Guerras, a los Bonos, etc., etc. Hasta donde alcanza la vista, o la imaginación, el PSOE no conseguirá ser el partido más votado. Tal vez, tampoco consiga ser el segundo más votado. De cualquier forma, toda alternativa futura de progreso pasaría por la alianza de varios grupos entre los que podrían encontrarse los socialistas. Por lo tanto, surge una disyuntiva. O los dirigentes actuales del PSOE han enloquecido o, como he dicho, se me escapa cuáles son los ocultos objetivos políticos que pretenden alcanzar, eso sí, manipulando y utilizando a las bases del partido y a los ingenuos votantes.
Para jugar ese sucio papel de traición han elegido a una “predicadora” andaluza de baja talla intelectual, dispuesta a tragar con lo que sea con tal de ser protagonista y, de paso, arramplar con lo que pueda. Un espectáculo montado por todo lo alto, arropada la lideresa por todo el aparato, por la reacción, aplaudiendo. Pero no está todo el pescado vendido. Sánchez sigue adelante contra viento y marea. Esperemos que lo de P. López no sea un montaje y busque la limpieza de su partido para lo que sería conveniente que se aliara con Sánchez. De lo contrario, el camino queda expedito a la predicadora. Si ésta consiguiera ganar, el poder habría logrado lo que pretenden: sustituir la alternancia bipartidista por el partido único con el PSOE como muleta.


lunes, 3 de abril de 2017

PODEMOS (GRUPO POLÍTICO) EN MI ANÁLISIS

Desde la aparición de Podemos en el panorama político le he dedicado una parte importante  de mi tiempo y de mi análisis. Ahora que hago un repaso, observo que le he dedicado a este asunto más de lo que yo pensaba. Tengo que reconocer que desde mayo de 2014 me he manifestado de diferentes maneras, tal como podremos comprobar. Los deseos de cambio y la aparición de una nueva formación en una escena anquilosada han influido en mis manifestaciones. En ocasiones las pasiones han vencido a la razón. Las alusiones a Podemos a lo largo de estos tres últimos años dan de sí para un amplio texto, aunque intentaré resumir, centrándome en los comentarios más relevantes. Tengo que admitir que muestro un cierto zigzagueo, idas y venidas, respecto al potencial de Podemos para influir en la trayectoria del día a día o para cambiar el ritmo marcado por el poder real.
Pero ahora ya tengo una idea más madurada, más reposada. Ahora la razón se impone a las pasiones. La conclusión, como es natural, queda recogida en el último párrafo de este escrito, aunque ya al comienzo, recelaba de las posibilidades de transformación del sistema. Por otro lado, siempre me ha rondado la duda sobre su génesis, llegando, incluso, a pensar que pudieran ser un “invento” de la oligarquía, para, como señalamos más adelante, encargarse de canalizar el descontento y evitar males mayores.

El 27 de mayo de 2014 me refería por primera vez a este grupo, señalando: “Sorprendentemente, irrumpe una nueva formación con el nombre de Podemos, creada hace tan solo cuatro meses. Un grupo sin apenas estructura, ni dinero, pero que, a pesar de ser desconocidos por amplios sectores sociales, han obtenido casi un millón y medio de votos (en las elecciones Europeas), convirtiéndose en la cuarta fuerza política”.

Ya en julio del mismo año, al poco tiempo, manifestaba la dificultad de trasformar el actual sistema: “Somos optimistas respecto a las expectativas electorales de esta nueva formación. Sin embargo, no tanto con las posibilidades de cambio socioeconómico que prometen, si es que llegan a tener poder político suficiente. Aparecer en  escena y ganar por la vía de este modelo político no garantiza el derrumbe del actual sistema, aunque se encuentre herido de muerte”.

Más adelanten en septiembre, decía: “Su acertada manera de abordar el miedo como algo alternativo entre clases u estamentos sociales, provoca el rechazo de los privilegiados. Es una realidad constatable históricamente que cuando los sectores dominantes, por alguna circunstancia, han sentido miedo, su poder ha mermado en beneficio de la clase trabajadora que, por el contrario, han perdido el temor y han ganado poder, poder legítimo”.

En  marzo de 2015, manifestaba con total claridad las dudas sobre el papel de Podemos como agente transformador: “Podemos es un fenómeno social que, al margen de sus dirigentes, rompe con una práctica política enquistada y corrupta, pero ¿su acceso al poder político, si lo consigue, supone una verdadera alternativa transformadora?”

El 9 de agosto 2015, en una especie de carta dirigida directamente a ellos, decía: “Las ideas y las propuestas iniciales ofrecían un panorama que bien podrían calificarse de radical o de antisistema, pero, poco a poco, se han ido suavizando hasta el punto de convertirse, ahora, en un conjunto de inconcreciones que hasta comienzan a dejar de “asustar” a los de arriba. Da la sensación de que queréis participar de la misma forma que el resto de los partidos en el marco del actual modelo político”.

El 12 de octubre de 2015: (…) “pero ahora ya no estoy seguro de que éstos (Podemos) no sean una pieza más de este juego”.

26 de mayo 2016: “Podemos o la esperanza del cambio. Un partido político surgido desde abajo, al contrario que C’s. Podemos ha sabido recoger el sentir y el descontento de una buena parte de la sociedad. Sus propuestas iniciales, más agresivas que las actuales, encandilaban a sectores específicos, entre ellos jóvenes y no tan jóvenes verdaderamente críticos con el sistema y, particularmente, con la actual práctica política. Su pretensión de llegar a la mayoría social han diluido esas primeras propuestas, provocando un cierto desencanto en quienes, al principio, se identificaban con el proyecto, dando lugar a un deslizamiento en sus potenciales votantes”.
“De cualquier forma, no esperemos grandes trasformaciones en el caso de que les permitan acceder al poder político. El camino para iniciar un mundo nuevo pasa por la conquista del poder económico, y son muchos y muy poderosos los enemigos del pueblo, dentro y fuera del país”.

12 de junio de 2016: “¿Por qué tanta publicidad, negativa ¿o positiva? a los de Podemos? ¿A qué se debe esa evolución tan rápida en su ideario? ¿Por qué se esfuerzan en decir, ahora, que son “socialdemócratas”, cuando en la actualidad es una práctica política desfigurada? ¿Por qué han variado de manera tan exagerada las propuestas iniciales? ¿Por qué han suavizado tanto el mensaje? ¿Por qué esa defensa, aunque velada, por parte de algunos de los medios más reaccionarios?
Y algo que me ha llamado poderosamente la atención: ¿quiénes pagan esas macrosedes que se han montado (los nuevos partidos) de la noche a la mañana (incluye el imponente y lujoso edificio de siete plantas de Ciudadanos?”
 “Hasta ahora, aunque con reservas, hemos deducido, a través del análisis, que Podemos se oponía al sistema, pero, tal vez, nos estén engañando todos y a todos. Tal vez Podemos forme parte de esa invención en la que está también C’s. Tal vez quieran canalizar el descontento a través de Podemos, para evitar males mayores”.

10 de septiembre de 2016: “Podemos se ha convertido en el partido de la contestación al actual modelo político, pero sus posiciones no llegan a ser de una auténtica izquierda que combata al actual sistema. Basa sus propuestas en el crecimiento y el consumo y no cuestiona con firmeza la desigualdad, y mucho menos la actual práctica de privatización de servicios. Pero la oligarquía cerril, en la idea de que este grupo no sea una creación del poder, parece que les tiene miedo”.

28 de agosto de 2016: “Podemos se encuentra en la cuerda floja con la duda de si estarían dispuestos a intentar defender unos verdaderos valores anhelados por la izquierda  y convencer con sus propuestas, o de que otros valores son posibles; con la duda de si sus apoyos populares irán en aumento; con la duda  de si, en el corto o medio plazo, pudieran desaparecer de la escena política”

4 de febrero de 2017: “Podemos aparece en escena a raíz de las protestas ciudadanas entre las que destaca el movimiento 15M. Una aparición oportuna, u oportunista, del citado grupo constituido en partido político. La evolución de Podemos es más que constatable. Una evolución que más que un lógico proceso de adaptación han sufrido una verdadera metamorfosis, ¿o es que todo ha sido una farsa desde el principio? Quién te ha visto y quién te ve, o la sombra de lo que eras, o lo que decías que eras, parafraseando al insigne Miguel Hernández”. 

Y, finalmente, el 10 de febrero de este año, añadía: “Aunque manifestamos algunas dudas, fruto del análisis, ya sí que es posible obtener algunas conclusiones. Podemos podrá mantener un cierto apoyo electoral durante bastante tiempo, pero ha perdido la posibilidad de ser el partido más votado, tal como eran sus pretensiones. Por otro lado, aunque consiguiera mayoría suficiente para gobernar, jamás será capaz de trasformar el sistema desde dentro para eliminar la injusticia y la desigualdad, y otorgar fuerza y poder a las clases populares”.