domingo, 25 de junio de 2017

REFLEXIONES Y CONCLUSIONES

Este es el penúltimo escrito de una tanda de 150 (*), recogidos todos en un archivo de mi “disco duro”. Cada cierto tiempo, cada bloque de artículos, me ha dado por hacer una especie de resumen. De esta forma, publiqué el número 30, de fecha 11 de abril de 2012, con el título “A modo de inventario”; el 72, de fecha 13 de enero de 2014, lo titulé “A modo de resumen”; el 100 (número redondo), del 13 de diciembre de 2015, aparecía como “100 Artículos para pensar”; por último, el 18 de abril de este año, volví a resumir las “Contradicciones y trasformaciones” en un “Sistema socioeconómico agotado”.  Tal vez sea mi perfil el que me aleja de la retórica y me obliga a sintetizar de vez en cuando. Aunque tengo que decir, desde la modestia, que en ocasiones mis ideas las he expresado en uso de ciertos estilos literarios, dando rienda suelta a la imaginación.
El escrito número 150, que ya lo tengo escrito, no quiero que sea un resumen, por el contrario el título es un anuncio-consejo  y quiero que se muestre como si fuera el primero de otra tanda, aunque partiendo de una idea central según la cual esta especie nuestra comienza un proceso evolutivo de superación, pero puede que éste sea tan largo y tan lento que no me dé tiempo a escribir el segundo artículo, en el que anuncie que la especie ha dado un paso hacia adelante para que de verdad se merezca la calificación de humana.

Por la razón expuesta, porque no quiero que el número 150 sea un resumen, es en este artículo 149 donde haremos una relación de ideas destacadas, recogidas en todos los anteriores. Reflexiones o conclusiones, a veces repetidas, que son fruto del análisis. A lo largo de estos seis años, como he señalado, hemos expresado el texto de diferentes formas: relatos o cuentos, silogismos, aforismos y, mayormente, de forma descriptiva a modo de breves ensayos, aunque siempre en aplicación de un método para el análisis, rehuyendo de la mera opinión, la conjetura o el “yo creo”.

1, El Sistema y el poder
-El poder real es el de la oligarquía, lo que convierte a los estados en plutocracias. El político, el judicial y el mediático son poderes delegados.

-El actual sistema está en crisis. La principal consecuencia es el incremento de la desigualdad y de la desatención de las clases más desfavorecidas.

-El anuncio de la separación de poderes es una burla.

-El poder y la sumisión son dos pasiones que minan la convivencia y frenan el progreso evolutivo.

-Poder y miedo: El miedo y el poder están en relación inversa. A más miedo menos poder y viceversa. Al poder actual se le combate con otro más fuerte. Las manifestaciones y protestas callejeras, las mociones, recusaciones y los controles parlamentarios no perturban la marcha del poder real.

-La corrupción y otros saqueos son hijos del poder.

-La acumulación de riquezas, y la aparición de “paraísos fiscales” son causa de la flaqueza intelectual de algunos que aún no han desarrollado esa parte del cerebro llamada córtex, aquella que nos distingue de otros mamíferos. Este punto bien podría incluirse en el último bloque: Esta especie nuestra.

-Los que tienen el poder tratan de mantener una amplia franja de seguridad para proteger sus intereses y su riqueza. Por lo tanto, cuando barruntan que su poder puede quebrar, no dudan en tomar medidas desorbitadas y desproporcionas a los efectos que algunos acontecimientos pudieran producir.

-En conclusión, la especie, mal llamada humana, no es capaz de superar un sistema como este: injusto, irracional, inhumano y cruel.

2. Política
-Ruptura del modelo político: la alternancia bipartidista ya no funciona como estrategia. Este tipo de democracia cada vez es más cuestionado. Tampoco funciona ya el artificial binomio izquierda-derecha. Cada vez menos se hablará de esta división, aunque los políticos se empeñen en mantenerlo.

-Europa está políticamente dislocada: la Socialdemocracia ha pasado a la historia, aparecen los fascismos, en algunos países con fuerza. El sistema busca una nueva fórmula estable que siga defendiendo sus intereses, pero de momento nos movemos dentro de una laguna de arenas movedizas. Sus deseos apuntan hacia la hegemonía de un solo partido, apoyado por otros sin ideario propio, y una débil oposición. Pero otros elementos de carácter ecológico o medioambiental, ajenos a las relaciones sociales, pueden variar el rumbo de sus deseos.

-En lo concreto, en España, El PP se puede convertir en ese partido único que gobierna y seguirá gobernando con el apoyo de PSOE y Ciudadanos (lo que se ha dado en llamar partidos “muleta”) y una débil oposición de Podemos. Sólo el derrumbe absoluto del PP (posibilidad remota, a pesar de la corrupción) podría propiciar la unión de PSOE y Podemos como opción política para formar gobierno, aunque inestable y muy laborioso por su parte, mientras se mantenga activo el sistema.

-El centro político no existe. Quienes presumen de ocupar ese espacio ficticio son los grupos más reaccionarios. Otros grupos lo utilizan como táctica para suavizar su posición. Así, algunos se definen como centro-derecha y otros como centro-izquierda. Pero, como hemos señalado, ni izquierda, ni derecha definen las políticas que ponen en práctica. Con mayor propiedad deberíamos hablar de prosistema (en defensa de los intereses de los ricos) y antisistema (en busca de un sistema más justo). 

-En este país, el PSOE ya no podrá ser jamás fuerza mayoritaria. Su impostura ha relegado a los partidos mal llamados socialistas a ser formaciones a la deriva en toda Europa. En estos tiempos que corren, el PSOE no podrá tocar poder sin contar con Podemos, aunque la reciente historia, la soberbia y la frustración les traslada al mundo de lo onírico.

-El sistema socioeconómico y el modelo político no se pueden cambiar desde dentro del propio modelo.

3. Sociedad
-La clase media no existe. El sistema ha generado una serie de términos que definen situaciones y estados virtuales entre los que destacan: estado de bienestar y clase media. Con ello pretende desligar a las clases trabajadoras de su realidad, alejando a sus integrantes de su condición de clase explotada y haciendo que pierdan esa conciencia de clase de la que, en otros tiempos, eran conscientes. Y bien que lo han conseguido.

-En consecuencia, se han impuesto los valores y la ideología de la clase dominante. Valores tales como el deseo de igualdad, la solidaridad y la fraternidad, recogidos en ese ideario de lo que se conocía como izquierda (la izquierda real de antaño) han sido sustituidos por la envidia, el egoísmo, la ambición, la insolidaridad, el miedo, la inseguridad y, en el mejor de los casos, la indiferencia.

-Hay dos Leyes sociales de cosecha propia: La Ley de la codicia y la Ley de la  instrumentalización. Revisables, y fácilmente mejorable su definición y desarrollo.
Ley de la Codicia: el afán de enriquecimiento es proporcional a la riqueza que se posee, lo que denota una enorme pobreza humana.
Ley de la Instrumentalización: a cada individuo o a cada grupo social le corresponde una asignación monetaria, o una recompensa, que es función de la posibilidad de instrumentalización que el sistema puede hacer de él o de ella para alienar, adormecer o, en suma, para mantener o incrementar la situación de desigualdad entre ricos y pobres.

4. Medios
-Los medios de comunicación siempre han sido un instrumento en manos del poder, junto a otros tales como una controlada forma de educación para la fácil integración en el engranaje social, el modelo político y  otras tantas técnicas alienantes. Las religiones siguen siendo, aún, una buena herramienta enajenante.

- Los medios de comunicación cumplen a la perfección las funciones encomendadas: la manipulación, la intoxicación y la de hacer creer que si algo no aparece en las pantallas de TV no existe. La TV y el fútbol son una excelente combinación para embrutecer y alejar a las masas de la injusta situación social y económica.

-Los dueños de las cadenas de radio y TV privadas o de los diarios escritos son grandes grupos financieros o empresariales, pertenecientes a la oligarquía.

-Los medios públicos están en manos  del grupo que gobierna, ya sean de carácter estatal o autonómico (en España).

-Los más peligrosos medios son aquellos que muestran una imagen escorada a la “izquierda” con la intención de captar a ciertos sectores sociales. Son lobos con piel de cordero. Pero cada vez engañan a menos gente. En este país nuestro son dos cadenas de TV: la Cuatro del grupo Mediaset y la Sexta del grupo A3media.

-El consuelo lo hallamos en ciertos medios digitales, ajenos al poder real, pero, ojo, es conveniente seleccionar entre toda esa amplia oferta. Desde una óptica de progreso, conviene descartar, por ejemplo: El País, El Independiente, Vozpopuli u OKdiario. Con otros tantos hay que andarse con pies de plomo.

5. Esta especie nuestra
-Pasiones. Somos una especie que estamos dominados por las pasiones en detrimento de la razón, herramienta exclusiva y necesaria para convivir y entendernos con el medio natural del que procedemos y compartimos. He aprendido de E. Fromm que son dos las pasiones que esta especie practica para vincularse con el resto de seres vivos: el poder y la sumisión. Pero en ambos casos, los individuos que necesitan recurrir a ellas están llamados al fracaso.

-La causa principal por la que la vida trascurre de espaldas a lo que sería una fórmula racional de convivencia es la aún inmadurez intelectual de nuestra especie, dominada por la enajenación y la ignorancia, y en nuestros días, por la indiferencia, el miedo, el desconcierto y la inseguridad, hijas, todas ellas, de esa ausencia de madurez.
Inmadurez de los “arriba” por manifestar ese afán de enriquecimiento sin poner límites, inmadurez de las clases más o menos “acomodadas” por imitar a los que más tienen. Inmadurez de las clases más oprimidas por no ser capaces de luchar, cuando las circunstancias lo permiten, para subvertir el sistema en el que esos sectores son los perdedores; inmadurez por no haber mantenido los logros alcanzados en algún momento; inmadurez por aceptar y adoptar los esquemas y la ideología de las clases dominantes, y por dejarse embaucar por los poderosos a través de los políticos y los medios de comunicación. Inmadurez, en suma, de la sociedad en su conjunto por estar como estamos, cuando cabría la posibilidad de vivir y convivir con arreglo a los dictados de unos determinados valores, descubiertos hace ya bastante tiempo, cuya puesta en práctica nos haría de verdad humanos y, por otro lado, de mantener la conveniente armonía con el entorno natural.

6. Así está el patio
Permítaseme terminar con un vulgar relato (me apetece) que refleja la realidad laboral con una clara proyección sobre todos las demás dimensiones sociales. Así está el asunto laboral, la solidaridad, el miedo…
A una amiga, dependienta de uno de esos supermercados más extendidos por estas tierras, le cuento que “estoy jodido porque han echado, por las buenas, a otro dependiente con el que yo mantenía una buena relación”. Y añado: “si le han echado injustamente, este establecimiento  debería cerrarse (en huelga) hasta su readmisión”, a lo que esta amiga dependienta responde: “mira Antonio, si uno para, el otro no (como queriendo decir que no existe ni unión, ni solidaridad, sino por el contrario miedo) y nuestros hijos –añade- tienen que comer todos los días, así que déjame de historias”. Yo termino diciendo: “Estas cosas no pasaban en otros tiempos”.

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(*) Gran parte de los 150 artículos se encuentran en la siguiente URL: http://ajgilpadilla.blogspot.com.es/


2 comentarios:

  1. Y sí, estamos viviendo la máxima expresión de este homínido, la depredación.Que sucede si observamos la historia con mirada crítica,siempre fue así los estados de bienestar fueron regalados por el verdadero poder de las multinacionales en épocas donde todavía los gobernantes no eran sus administradores hoy lo son por lo que no se precisa el estado de bienestar y con las nuevas tecnologías tampoco necesitarán a las personas.En suma se puede estar peor.Lo veremos.

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  2. Comparto el contenido de tu comentario. Siempre he creído que lo que se llama estado de bienestar es una concesión.
    El futuro es incierto, de ahí que mi último artículo, el siguiente, termine de manera un tanto pesimista. Un saludo.

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