viernes, 2 de octubre de 2020

...Y 200

 Como vengo anunciando desde hace ya algún tiempo, y en varias ocasiones, pondré fin a esta etapa de escritos cortos que he publicado en forma de artículos en Portales digitales y en mi propio Blog. Los 150 primeros están recogidos en un libro (Artículos para pensar) y la intención es publicar los 50 restantes en un complemento al ya existente.

Todo esto comenzó a principios de la década que ahora acaba, una vez finalizadas mis tareas profesionales. Después de una trayectoria de participación política, a nivel de base, abandoné la militancia y decidí expresar mi pensamiento en textos de mayor o menor envergadura. Fueron unos años, los primeros, de frenética actividad, como si tuviera la necesidad de soltar todo aquello que estaba retenido durante los años que me ocupaba en asuntos cuyo contenido nada tiene que ver con esto, aunque bien es cierto que, en ambos casos, se trata de ejercer una actividad intelectual. El análisis es una capacidad transversal, aplicable al campo de la ingeniería, a la sociología y a tantas otras dimensiones.

Este último escrito, de esta etapa, lo dedicaré a resaltar ideas, frases o conclusiones que han sido enunciadas y que han ido madurando a lo largo del tiempo.

 

Tal vez, no seamos del todo conscientes, tal vez nada conscientes, que nuestras vidas, nuestra cultura, nuestra tecnología, descansan sobre lo irracional, en la mentira universal, en las tablas de las leyes de las religiones, en las creencias en dioses inexistentes. Vivimos en la incongruencia, en el absurdo. En los países de occidente, y en muchos otros, estamos en el año 2020 cuyo contaje arranca con el nacimiento de un ser inexistente al que se le atribuyen poderes sobrenaturales y se le adora. Otras zonas del planeta cuentan con otras “divinidades” que solo existen en la imaginación. Un simple repaso a mis trabajos anteriores da muestras más que sobradas del desarrollo de este dato que aquí simplemente enuncio.

 

A lo largo de toda esta etapa he hecho varias veces un “punto de control” a modo de resumen, recogiendo las ideas que me han servido de base para todo el desarrollo. En consecuencia, aquí me limitaré a relacionar esas ideas anteriormente recogidas en otros escritos con este formato. En concreto, constituyen el número 30 y el 149 (más estructuradas, y desarrollando las del número 30) del siguiente texto:  https://www.bubok.es/libros/212974/ARTICULOS-PARA-PENSAR.

Aunque enunciadas en tiempos anteriores, al día de hoy, siguen vigentes en su totalidad y con el mismo rigor. Sólo he realizado algunos matices, marcados en cursiva.

 

En el número 30 (Abril 2012):

Ideas transversales.

A pesar de haber publicado cada uno de mis artículos con diferente título, abordando temas de actualidad, aparecen de manera explícita, o subyacen, en todos ellos una serie de principios o postulados, a lo que me gusta llamar ideas-clave, que les dan coherencia y continuidad. De manera resumida son estos:

 

-La situación económica actual responde al agotamiento del sistema capitalista, enmascarado bajo el paraguas de la “crisis”. Crisis de la que nadie es capaz de pronosticar su final.

-El poder político está sometido al poder real, es decir, al económico. Lo mismo ocurre con el judicial y el mediático. El vigente modelo democrático es una estratagema para la dominación de clase. Como dice mi amigo Luís Salcedo, si esta “democracia” no les funcionase se inventarían otra.

-Los medios de comunicación cumplen a la perfección su función de embelesamiento, enajenación y embrutecimiento de los individuos. La manipulación y el engaño de sus actores es recompensado con unos ingresos disparatados, convirtiéndoles en clase privilegiada. Algo parecido ocurre con el deporte. En ambos casos, sus agentes son instrumentalizados.

-Las clases dominantes han conseguido imponer y generalizar sus “valores”. El dinero se ha convertido en el máximo exponente en el actual modelo de vida. El afán de enriquecimiento y la codicia dominan a todos aquellos que tienen algún patrimonio. El afán de enriquecimiento no es más que un esfuerzo por ocultar a los demás, y a sí mismo, una intolerable pobreza humana (A. Zugasti). La ley de la codicia dice que “el afán de enriquecimiento es directamente proporcional a la riqueza que se posee”. 

-En el terreno del pensamiento “progresista”, en una especie de delirio evasivo, se confunde lo deseable con lo posible. Así se publican textos y artículos, o se pronuncian discursos que engatusan a quienes necesitan alguna válvula de escape para encontrar seguridad y consuelo ante una situación que les angustia.

-Los sindicatos se han integrado de pleno en el sistema. Se han convertido, junto a los partidos políticos, en instrumentos del poder real, contra las clases más desprotegidas.

-Al poder se le combate con otro poder. El miedo está en relación inversa al poder, a más miedo menos poder y viceversa. Cuando un poder se debilita el contrario se refuerza. En Román Paladino: Si se lleva a cabo una acción, pongamos por caso una huelga, y no se consigue nada, los patronos o los políticos adquieren más fuerza para llevar a cabo sus fechorías. Cuando se llevan a cabo acciones y no se alcanzan los objetivos, las acciones decaen, se extinguen por sí mismas.

-Los trabajadores, totalmente ausentes de conciencia de clase, se han convertido en un segmento refractario e inmovilista por el miedo a perder lo que tienen.

-La sociedad actual está afectada en grado sumo por la indiferencia, la insolidaridad y el conformismo.

-En el fondo de todos nuestros males subyace la inmadurez intelectual de una especie que aún no merece el reconocimiento de humana.

 

En el número 149 (Junio 2017):

1, El Sistema y el poder

-El poder real es el de la oligarquía, lo que convierte a los estados en plutocracias. El político, el judicial y el mediático son poderes delegados.

-El actual sistema está en crisis. La principal consecuencia es el incremento de la desigualdad y de la desatención de las clases más desfavorecidas.

-El anuncio de la separación de poderes es una burla.

-El poder y la sumisión son dos pasiones que minan la convivencia y frenan el progreso evolutivo.

-Poder y miedo: El miedo y el poder están en relación inversa. A más miedo menos poder y viceversa. Al poder actual se le combate con otro más fuerte. Las manifestaciones y protestas callejeras, las mociones, recusaciones y los controles parlamentarios no perturban la marcha del poder real.


-La corrupción y otros saqueos son hijos del poder.


-La acumulación de riquezas, y la aparición de “paraísos fiscales” son causa de la flaqueza intelectual de algunos que aún no han desarrollado esa parte del cerebro llamada córtex, aquella que nos distingue de otros mamíferos. Este punto bien podría incluirse en el último bloque: Esta especie nuestra.


-Los que tienen el poder tratan de mantener una amplia franja de seguridad para proteger sus intereses y su riqueza. Por lo tanto, cuando barruntan que su poder puede quebrar, no dudan en tomar medidas desorbitadas y desproporcionadas a los efectos que algunos acontecimientos pudieran producir.


-En conclusión, la especie, mal llamada humana, no es capaz de superar un sistema como este: injusto, irracional, inhumano y cruel.

 

2. Política

-Ruptura del modelo político: la alternancia bipartidista ya no funciona como estrategia. 


-Este tipo de democracia cada vez es más cuestionado. Tampoco funciona ya el artificial binomio izquierda-derecha. Cada vez menos se hablará de esta división, aunque los políticos se empeñen en mantenerlo.


-Europa está políticamente dislocada: la Socialdemocracia ha pasado a la historia, aparecen los fascismos, en algunos países con fuerza. El sistema busca una nueva fórmula estable que siga defendiendo sus intereses, pero de momento nos movemos dentro de una laguna de arenas movedizas. Sus deseos apuntan hacia la hegemonía de un solo partido, apoyado por otros sin ideario propio, y una débil oposición. Pero otros elementos de carácter ecológico o medioambiental, ajenos a las relaciones sociales, pueden variar el rumbo de sus deseos.


-(Esto era en 2017, pero el pronóstico totalmente cierto). En lo concreto, en España, El PP se puede convertir en ese partido único que gobierna y seguirá gobernando con el apoyo de PSOE y Ciudadanos (lo que se ha dado en llamar partidos “muleta”) y una débil oposición de Podemos. Sólo el derrumbe absoluto del PP (posibilidad remota, a pesar de la corrupción) podría propiciar la unión de PSOE y Podemos como opción política para formar gobierno, aunque inestable y muy laborioso por su parte, mientras se mantenga activo el sistema. Nota: Pedro Sánchez transformó la posibilidad remota en realizable  a corto plazo, como así ha ocurrido, aunque lo de inestable y laborioso es una realidad.


-El centro político no existe. Quienes presumen de ocupar ese espacio ficticio son los grupos más reaccionarios. Otros grupos lo utilizan como táctica para suavizar su posición. Así, algunos se definen como centro-derecha y otros como centro-izquierda. Pero, como hemos señalado, ni izquierda, ni derecha definen las políticas que ponen en práctica. Con mayor propiedad deberíamos hablar de prosistema (en defensa de los intereses de los ricos) y antisistema (en busca de un sistema más justo). 


-En este país, el PSOE ya no podrá ser jamás fuerza mayoritaria. Su impostura ha relegado a los partidos mal llamados socialistas a ser formaciones a la deriva en toda Europa. En estos tiempos que corren, el PSOE no podrá tocar poder sin contar con Podemos, aunque la reciente historia, la soberbia y la frustración les traslada al mundo de lo onírico.


-El sistema socioeconómico y el modelo político no se pueden cambiar a posiciones de progreso e igualdad desde dentro del propio modelo. Sólo se podrá llevar a cabo si es para agudizar las contradicciones entre ricos y pobres, como así está ocurriendo ahora.

 

3. Sociedad

-La clase media no existe. El sistema ha generado una serie de términos que definen situaciones y estados virtuales entre los que destacan: estado de bienestar y clase media. Con ello pretende desligar a las clases trabajadoras de su realidad, alejando a sus integrantes de su condición de clase explotada y haciendo que pierdan esa conciencia de clase de la que, en otros tiempos, eran conscientes. Y bien que lo han conseguido.


-En consecuencia, se han impuesto los valores y la ideología de la clase dominante. Valores tales como el deseo de igualdad, la solidaridad y la fraternidad, recogidos en ese ideario de lo que se conocía como izquierda (la izquierda real de antaño) han sido sustituidos por la envidia, el egoísmo, la ambición, la insolidaridad, el miedo, la inseguridad y, en el mejor de los casos, la indiferencia.


-Hay dos Leyes sociales de cosecha propia: La Ley de la codicia y la Ley de la  instrumentalización. Revisables, y fácilmente mejorable su definición y desarrollo.

Ley de la Codicia: el afán de enriquecimiento es proporcional a la riqueza que se posee, lo que denota una enorme pobreza humana.


-Ley de la Instrumentalización: a cada individuo o a cada grupo social le corresponde una asignación monetaria, o una recompensa, que es función de la posibilidad de instrumentalización que el sistema puede hacer de él o de ella para alienar, adormecer o, en suma, para mantener o incrementar la situación de desigualdad entre ricos y pobres.

 

4. Medios

-Los medios de comunicación siempre han sido un instrumento en manos del poder, junto a otros tales como una controlada forma de educación para la fácil integración en el engranaje social, el modelo político y  otras tantas técnicas alienantes. Las religiones siguen siendo, aún, una buena herramienta enajenante.


-Los medios de comunicación cumplen a la perfección las funciones encomendadas: la manipulación, la intoxicación y la de hacer creer que si algo no aparece en las pantallas de TV no existe. La TV y el fútbol son una excelente combinación para embrutecer y alejar a las masas de la injusta situación social y económica.


-Los dueños de las cadenas de radio y TV privadas o de los diarios escritos son grandes grupos financieros o empresariales, pertenecientes a la oligarquía.

Los medios públicos están en manos  del grupo que gobierna, ya sean de carácter estatal o autonómico (en España).


-Los más peligrosos medios son aquellos que muestran una imagen escorada a la “izquierda” con la intención de captar a ciertos sectores sociales. Son lobos con piel de cordero. Pero cada vez engañan a menos gente. En este país nuestro son dos cadenas de TV: la Cuatro del grupo Mediaset y la Sexta del grupo A3media.


-El consuelo lo hallamos en ciertos medios digitales, ajenos al poder real, pero, ojo, es conveniente seleccionar entre toda esa amplia oferta. Desde una óptica de progreso, conviene descartar, por ejemplo: El País, El Independiente, Vozpopuli u OKdiario. Con otros tantos hay que andarse con pies de plomo.

  

5. Esta especie nuestra

-Pasiones. Somos una especie que estamos dominados por las pasiones en detrimento de la razón, herramienta exclusiva y necesaria para convivir y entendernos con el medio natural del que procedemos y compartimos. He aprendido de E. Fromm que son dos las pasiones que esta especie practica para vincularse con el resto de seres vivos: el poder y la sumisión. Pero en ambos casos, los individuos que necesitan recurrir a ellas están llamados al fracaso.


-La causa principal por la que la vida trascurre de espaldas a lo que sería una fórmula racional de convivencia es la aún inmadurez intelectual de nuestra especie, dominada por la enajenación y la ignorancia, y en nuestros días, por la indiferencia, el miedo, el desconcierto y la inseguridad, hijas, todas ellas, de esa ausencia de madurez.


-Inmadurez de los de “arriba” por manifestar ese afán de enriquecimiento sin poner límites, inmadurez de las clases más o menos “acomodadas” por imitar a los que más tienen. Inmadurez de las clases más oprimidas por no ser capaces de luchar, cuando las circunstancias lo permiten, para subvertir el sistema en el que esos sectores son los perdedores; inmadurez por no haber mantenido los logros alcanzados en algún momento; inmadurez por aceptar y adoptar los esquemas y la ideología de las clases dominantes, y por dejarse embaucar por los poderosos a través de los políticos y los medios de comunicación. Inmadurez, en suma, de la sociedad en su conjunto por estar como estamos, cuando cabría la posibilidad de vivir y convivir con arreglo a los dictados de unos determinados valores, descubiertos hace ya bastante tiempo, cuya puesta en práctica nos haría de verdad humanos y, por otro lado, de mantener la conveniente armonía con el entorno natural.

     

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